Este caso sucedió en la India. Un joven paciente de tan solo 18 años llegó a un hospital de la ciudad de Faridabad abrumado por fuertes dolores de cabeza y convulsionando, aturdido y ya completando siete días con la ingle afectada en la parte derecha. Proceden a hacerle una resonancia magnética, cuyo resultado reveló la causa: una plaga de Taenia solium, las tenias parásitos del cerdo.
De acuerdo a datos entregados por The New England Journal of Medicine, el joven llegó con sus padres a urgencias, quienes declararon que su hijo llevaba ya una semana con la aflicción. Al examinarlo, los médicos dieron la orden de una resonancia magnética y pruebas de ultrasonido.
Un caso de neurocisticercosis
El resultado de la resonancia reveló que en la corteza cerebral, tronco encefálico y cerebelo había un gran número de gusanos enquistados conocidos como cisticercos, cada quiste era un gusano. A su vez, en la ecografía del ojo y del testículo derecho los médicos también observaron quistes. Se dice, que la infección por T. solium es denominada cisticercosis cuando el parásito contagia las fibras musculares. Lo grave es que la persona contraiga esa infección sin mostrar signos de ella durante mucho tiempo.
Así entonces, esta condición obtiene el nombre de neurocisticercosis cuando los parásitos se dispersan al cerebro. El caso fue tan complejo y delicado, que ni los médicos podían suministrarle las medicinas antiparasitarias de rutina, pues podían acelerar una reacción inflamatoria del huésped a los parásitos. En el caso puntual del joven, se habría podido agravar la inflamación cerebral.
Sin embargo, para disminuir la hinchazón le proporcionaron un corticosteroide, también antiepilépticos para intentar reducir las convulsiones. Estos dos fármacos son esenciales y reconocidos en el tratamiento de la neurocisticercosis. Desafortunadamente , los especialistas no pudieron hacer nada por el paciente debido al estado avanzado de la infección, lo que provocó su muerte tras dos semanas en el hospital.
La neurocisticercosis es considerada una “enfermedad tropical desatendida”, muy común en regiones afectadas por la pobreza y particularmente vinculada con la falta de higiene. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se transmite cuando alguien consume huevos de la tenia del cerdo, por lo general con la ingesta de carne de cerdo casi cruda, o al beber agua contaminada por excrementos de alguien ya infectado.
