El misterio de las palmeras que caminan, una realidad que supera a la ficción

Las palmeras de la especie Socratea exorrhiza, mejor conocidas como ‘palmeras que caminan’, han sido durante años el blanco de múltiples especulaciones. Incluso representaron un verdadero misterio para los biólogos que discutieron sobre sus desplazamientos.





Son nativas de las selvas tropicales en América Central y América del Sur, incluyendo la Amazonia, y las “andanzas” de estos árboles son un ejemplo preciso de cuando la realidad supera a la ficción.

Y no estamos hablando de cuentos de hadas, tampoco de los Ents de la épica saga de ‘El señor de los anillos’ de JRR Tolkien. Estas palmeras que caminan existen en la naturaleza y se mueven lentamente usando sus raíces en busca de un lugar donde puedan recibir la luz solar.

Socratea exorrhiza
Socratea exorrhiza.

Un fenómeno que ha generado discusión

A través de los años, los desplazamientos de estas plantas han sido motivo de discusión entre los científicos. En el año 2005, el biólogo Gerardo Ávalos, director del Centro de Estudios en desarrollo Sostenible de Costa Rica, dijo a través de un análisis que tales caminatas no eran más que un mito, pues las raíces que brotaban de las palmeras no podían hacer que se movieran y el tronco permanecía en el mismo sitio. Así lo manifestó Ávalos en una publicación para Live Science en 2012:

Pensar que una palmera en realidad podría seguir los cambios en la luz del sol moviéndose lentamente sobre el suelo del bosque … es un mito que los guías turísticos encuentran divertido decirle a los visitantes de la selva.

No obstante, en 2015, el paleobiólogo Peter Vrsansky, del Instituto de Ciencia de la Tierra de la Academia de Ciencias Bratislava, aseguró haber presenciado este fenómeno de primera mano:

A medida que el suelo se erosiona, el árbol [socratea exorrhiza] produce raíces nuevas y largas en búsqueda de tierra nueva y más sólida, que a veces alcanzan hasta 20 metros.

Luego, lentamente, a medida que las raíces se asientan en el nuevo suelo y el árbol se inclina pacientemente hacia las nuevas raíces, las viejas raíces se elevan lentamente en el aire.

Todo el proceso para que el árbol se reubique en un nuevo lugar con mejor luz solar y un suelo más sólido puede llevar un par de años.

De esta manera, las palmeras que caminan luchan con otras plantas tropicales tratando de encontrar la luz del sol y un suelo más estable, en lo que se podría llamar una verdadera competencia por sobrevivir.

palmeras que caminan
Crédito: Peter Vrsansky

¿Pero, qué propiedad hace mover a las palmeras que caminan?

Lo que exactamente hace que esta “magia” sea una realidad continúa siendo un misterio para la comunidad científica. En lo que sí concuerdan los biólogos es en que las raíces de estos árboles le suministran al tallo mayor firmeza permitiendo alcanzar más altura y asimismo, más luz solar. Sin embargo, aún se desconoce cuál es el fenómeno específico que las hace mover.

Una de las grandes reservas de esta especie de planta caminante se encuentra en Ecuador, aunque allí están en verdadero peligro. La producción agrícola en ese país y la explotación comercial de su madera “corta sus pasos”. Por otra parte, existe la amenaza del pecarí barbiblanco, mejor conocido como el jabalí americano, que precisamente se alimenta de gran cantidad de semillas de Socratea exorrhiza y juega un papel importante en limitar su población.

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