Ser rico no te garantiza la felicidad, pero podría ayudarte a vivir más años

Definitivamente ser rico no es garantía de alcanzar la felicidad, pero, según una reciente investigación, sí podría ayudar a extender los años de vida.





A esta conclusión ha llegado el estudio realizado por el University College de Londres, que se dedicó a analizar cómo influyen las desigualdades socioeconómicas en la expectativa de vida y en su goce sin padecer enfermedades ni dolencias graves.

El trabajo se llevó a cabo durante diez años y contó con la participación de 10.700 adultos británicos y 14.800 estadounidenses mayores de 50 años, a quienes se ha dividido en grupos en función de la riqueza total de sus hogares.

Así entonces, los autores han procurado calcular cuántos años podemos esperar vivir disfrutando de una buena salud, según el nivel de vida con el que contemos.

Ser rico agrega nueve años a la esperanza de vida

La doctora en epidemiología y atención sanitaria Paola Zaninotto, líder de la investigación, ha destacado lo importante que resulta tener datos concretos del estado de salud durante el envejecimiento, así como las condiciones que pueden intervenir en esta etapa. Esto dijo Zaninotto al diario británico The Guardian:

Al medir la esperanza de vida saludable, podemos estimar el número de años de vida que disfrutaremos con un buen estado de salud.

De este modo, es sencillo comparar los resultados del estudio. Entre las mujeres, que por lo general son más longevas que los hombres, las que hacen parte de los grupos con un nivel de riqueza superior vivían alrededor de 33 años saludables luego de haber cumplido los 50 años. Entretanto, las mujeres de menor riqueza redujeron su tiempo de plenitud a 24 años en promedio.

En los hombres tiende a mantenerse esa misma brecha entre ricos y pobres. Una vez llegan a las cinco décadas, los más adinerados pueden esperar un disfrute de 31 años más en condiciones saludables, mientras los que pertenecen a los grupos de menos recursos solo agregarán cerca de 23 años.

Bienestar y longevidad

La experta explicó que su trabajo revela cómo puede influir el estado de bienestar en la longevidad saludable:

Sabemos que mejorar tanto la calidad como la cantidad de años que se espera que vivan las personas tiene implicaciones para el gasto público en sanidad, en los ingresos, en la atención a largo plazo de las personas mayores y en su participación laboral.

No obstante, estudios recientes de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) de Reino Unido señalan que, si bien existe un aumento general en la esperanza de vida entre los ciudadanos británicos, esos años adicionales no necesariamente implican vivir a plenitud en la vejez. Con esto, la ONS afirma que es más probable que los niños nacidos hoy pasen una mayor proporción de sus vidas en mal estado de salud que sus abuelos.

En conclusión, ser rico puede aumentar unos 9 años nuestro tiempo de vida en plenas facultades, pero cada vez será más difícil que se mantenga esa combinación entre bienestar y longevidad.

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