Ganas un salario promedio, que se hace polvo cuando mes a mes tienes que afrontar el alquiler de tu piso. A la noche, sueñas el gran sueño, aquel del techo propio para ti y tu familia. Y cuando despiertas, te das cuenta de que estás lejos de reunir las condiciones necesarias para sacar una hipoteca. ¿Qué pensarÃas si te dijeran que puedes comprar una casa en paisajes paradisÃacos por apenas una moneda?
Samuráis, sushi, Nintendo y… casas regaladas
En Japón, los habitantes son cada vez más viejos y se concentran en las ciudades. Por eso, las casas en el campo y en los suburbios van quedando abandonadas. Son esos lugares de ensueño que cualquiera puede ver en pelÃculas de Miyazaki, donde se encuentran las montañas y el mar. Si llegan nuevos dueños, los gobiernos locales vuelven a recaudar impuestos. Además, evitan derrumbes y vandalismo. E incluso las inevitables reparaciones regeneran las economÃas de los pueblos.
La bella Italia
Ciudades como Candela y Sambuca, en el sur de Italia, también regalan propiedades. Mientras más jóvenes y numerosos sean los nuevos habitantes, mejor. Incluso en Candela ofrecen dinero a quienes decidan vivir allÃ: 800 euros si vas solo, 2000 si vas con toda tu familia.
Hecha la ley, hecha la trampa
El dicho dice que “a caballo regalado no se le miran los dientes”. En este caso, te recomendamos que consultes con un odontólogo. Es que la propiedad regalada viene con otro regalo menos atractivo: las condiciones de uso. En general, para ser el verdadero dueño deberás vivir allà varios años. También, tendrás que comprometerte a gastar algunos miles de euros en reparaciones (en el caso de Sambuca, deberás hacer un depósito de 5 mil euros). Y por último, vivirás en un lugar del que se estuvo yendo gente.
Otra opción, si ya tienes una propiedad para vender, o has pasado una noche dulce en el casino, es invertir en una casa de lujo, en una ciudad donde todo el mundo sà quiere vivir. ¿Desventajas? Como siempre, el vil metal del que tendrás que disponer. ¿Ventajas? Más gente, más oportunidades de empleo, más oportunidades de crecimiento. De una o de otra forma, cualquiera de las opciones siempre es una apuesta.
Las preguntas más importantes
Para tomar una decisión asÃ, tendrás que hacerte preguntas fundamentales. ¿De qué vas a trabajar? ¿En qué estado encontrarás la infraestructura del pueblo? ¿Y el estado de tu casa? ¿Tendrás que echarla abajo por completo? Como siempre en la vida, lo más importante viene escrito en letra pequeña.