De igual forma que las aves que hoy en dÃa viven en la Tierra, los oviraptosaurios que la habitaban millones de años atrás también ponÃan huevos y elaboraban nidos para su incubación. A primera vista, incubar huevos parece una labor simple, pero si pensamos en el tamaño de las aves de aquellas épocas, que podrÃan ser comparado con el de un rinoceronte, puede surgir una pregunta lógica: ¿cómo podÃan hacerlo sin aplastar los huevos?
Un cÃrculo era la clave
Ahora la ciencia tiene una respuesta. Los oviraptosaurios ponÃan sus huevos ovalados en nidos con un cÃrculo en su interior, cuyo tamaño y forma dependÃa del tipo de dinosaurio en particular.
Los nidos de los dinosaurios de menor tamaño tenÃan un pequeño cÃrculo en el centro o no tenÃan ninguno, mientras los grandes dinosaurios hacÃan un amplio cÃrculo en donde se sentaban sin aplastar los huevos, señalan en un nuevo estudio publicado en Biology Letters.
El tamaño de los oviraptosaurios era variado y pesaban cerca de 37 kilos cuando se trataba de especies como los Nomingia, o más de una tonelada en el caso de los Gigantoraptors.
“En el caso de especies más grandes, el hueco, a diferencia de los huevos, ocupaba la mayor parte [del nido]”, explicó la paleontóloga Darla Zelenitsky a la revista Live Science.
La experta precisó que el diámetro de aquellos nidos oscilaba entre unos 40 centÃmetros (para especies de 40 kilos) y 3,3 metros (para dinosaurios de alrededor de 1.500 kilos). Los oviraptosaurios de menor tamaño se sentaban sobre sus huevos o lo hacÃan en un cÃrculo pequeño en la mitad del nido, pero los más robustos ubicaban sus huevos alrededor de un cÃrculo, de tal forma que se sentaban en el centro vacÃo, por lo que el contacto con sus futuras crÃas era menor durante la incubación.