A muchas personas les ha ocurrido que de pronto se les ocurre la que les parece una gran idea de negocio y de pronto tienen una conversación con una persona que parece ser un socio perfecto. Ese momento resulta simplemente apasionante: no se sienten miedos y de pronto uno/a se imagina teniendo un éxito absoluto gracias a su proyecto.
Y es precisamente en ese momento que la persona empieza a pensar que si otros han conseguido triunfar con su idea, por qué no le iba a ocurrir lo mismo a ella. El emprendimiento levanta pasiones, pero llevar a la realidad aquello que en principio está en el pensamiento nada más, no es tarea fácil. Hay que hablar con una asesorÃa laboral, conseguir licencias, darse de alta como autónomo, promocionar la empresa, etc. En resumen: hay que dejar de soñar y comenzar a trabajar.
¿Qué se necesita para ser emprendedor?
Cualquier persona puede tener una gran idea de emprendimiento, pero el problema es que no todo el mundo tiene lo que debe tener para hacerla realidad. Y esto no se refiere al coraje, que es una virtud que también muchas personas tienen. ¿De qué hablamos entonces?
Un estudio señaló que en un perÃodo de 3 años se habÃan creado 1.135,089 empresas, y 884,240 de las mismas cerraron. Asà pues, parece evidente que emprendedores hay muchos, pero no todos pueden llegar a concretar aquello de lo que un dÃa hablaron con el que parecÃa un socio ideal.
El mismo estudio del que acabamos de hablar señaló las razones por las que aquellos emprendedores habÃan tenido que dar fin a sus negocios: ingresos insuficientes (en un 65% de los casos), falta de indicadores en la empresa (un 48%), falta de procesos de análisis (un 44%), planeaciones deficientes (un 44%) y problemas de ejecución (un 43%).
Todas las ayudas con las que cuentan los empresarios de hoy en dÃa
Con estos datos por delante, la pregunta parece clara, ¿cualquier persona puede emprender? Hoy en dÃa se cuenta con mucha ayuda, como por ejemplo las ventajas de la gestorÃa online o el apoyo que brinda la información que contiene Internet. ¿Pero eso es suficiente?
Pues bien, lo cierto es que en realidad, teniendo claras algunas cosas, quizás no literalmente cualquiera, pero al menos sà la mayorÃa de las personas que lo desearan podrÃan emprender. Y es que las personas que ya lo han hecho saben que los fracasos no son más que oportunidades para aprender.
No se trata de una frase hecha sino de una realidad: para llevar adelante una empresa hay que comprender que se necesita compromiso y responsabilidad, que no se trata simplemente de una apasionante aventura.
Cuando realmente se comprende esto, el miedo al fracaso queda a un lado y comienza a aumentar la efectividad de los emprendedores. Para llegar al éxito suele ser necesario equivocarse, y a veces en muchas ocasiones. Son oportunidades para aprender una lección y continuar haciéndolo mucho mejor.