En una revisión de estudios relacionados con la pérdida de peso y el ejercicio, hecha en 2013, los cientÃficos concluyeron que la mayorÃa de las personas sedentarias que inician un programa de ejercicio pierden mucho menos peso de lo que esperan, si se tiene en cuenta la cantidad de calorÃas que durante el ejercicio queman.
Tal como afirmó en 2010 el profesor Eric Ravussin, experto en pérdida de peso del Centro de Investigaciones Biomédicas Pennington, en Estados Unidos: “En general, el ejercicio por sà solo es bastante inútil para la perder peso”.
Según la mayorÃa de cientÃficos, el problema es que hacer ejercicio produce hambre. Diversos estudios han comprobado que si una persona empieza un nuevo programa de actividad fÃsica, su organismo emprende un mayor nivel de secreción de hormonas que aumentan el apetito. Este efecto suele intensificarse más cuando alguien inicia con una nueva rutina moderada y aeróbica.
Existen indicios en algunas investigaciones que indican que la actividad fÃsica intensa, como el entrenamiento en intervalos, podrÃa reducir el apetito. Aun asÃ, son pocos los estudios al respecto y se han hecho con pequeñas muestras.
Si una persona inicia con programas como caminar, trotar, nadar o montar bicicleta; se sentirá con mucha hambre luego de cada actividad, y con frecuencia terminará por consumir las mismas o más calorÃas de las que quemó durante la rutina.
Por ejemplo, en una caminata moderada de 30 minutos se queman en promedio solo 100 calorÃas y cualquier refrigerio que después consuma, como un batido de frutas, podrÃa contener el doble o triple de esas calorÃas quemadas.
A su vez, muchas personas son menos dinámicas los dÃas que destinan para hacer ejercicio, según indican los estudios. Los cientÃficos han denominado esta reacción como “inactividad compensatoria”.
Inconscientemente, las personas permanecen más tiempo sentadas durante los dÃas que se ejercitan que cuando no lo hacen, lo que deja como resultado una menor cantidad de calorÃas quemadas.
En resumen, cuando empezamos a ejercitarnos de forma continua, comemos más y nos movemos menos que antes, esto es, mayor consumo de calorÃas y aumento de peso.
No obstante, existe una solución, de acuerdo con una reciente revisión de estudios sobre el peso corporal y el ejercicio: Realiza suficiente actividad fÃsica, pero revisa también de manera minuciosa tu alimentación.