¿Cuáles son las causas del intestino irritable?

El síndrome del intestino irritable (SII), más conocido coloquialmente como colon irritable, es un trastorno funcional digestivo crónico y benigno que afecta al funcionamiento normal del colon o intestino grueso.





Muchas personas sufren este trastorno en algún momento de su vida. En España, alrededor del 10% de la población española sufre los desagradables síntomas del síndrome del intestino irritable, según las estimaciones de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD). El SII afecta más a las mujeres que a los hombres, y los primeros síntomas suelen aparecer en la edad adulta temprana. Estos incluyen dolor o malestar abdominal, distensión estomacal y estreñimiento y diarrea alternados.

A día de hoy se desconoce la causa exacta del síndrome del intestino irritable. Sin embargo, los estudios han sugerido que este trastorno podría estar relacionado con algunos cambios específicos en el cuerpo humano. Las razones de estos cambios siguen siendo desconocidas, pero se ha descubierto que ciertos factores «desencadenan» los síntomas en personas susceptibles. Entre ellos se incluyen:

Intolerancia alimentaria

Muchas personas que sufren el síndrome del intestino irritable suelen tener, al menos, una intolerancia alimentaria, y vinculan síntomas como el dolor abdominal a la ingesta de algún alimento. Pero no hay ninguna prueba que sea verdaderamente útil para establecer una relación directa entre las intolerancias alimentarias y el colon irritable. A pesar de ello, existen numerosos alimentos que pueden causar síntomas similares o agravar aún más el SII, principalmente porque aumentan el gas intestinal, como se señala en la guía alimentaria de Farmacias Apoteca Natura. Este es el caso de los derivados lácteos (la mantequilla, la nata, el queso o el suero lácteo), las legumbres y determinadas verduras (brócoli, coliflor, coles de Bruselas y repollo).

Estrés y ansiedad

El cerebro y el intestino están íntimamente relacionados. Las emociones y los sentimientos pueden desencadenar síntomas en el intestino, y la salud de éste puede influir en el bienestar mental. El estrés puede provocar más contracciones en los intestinos y aumentar la sensibilidad. De esta forma, las personas afectadas pueden sentir más dolor abdominal e hinchazón. Aunque no está claro que el estrés u otros factores psicológicos puedan ser la causa del síndrome del intestino irritable, la realidad es que las personas que sufren el SII a menudo tienen niveles más altos de estrés y ansiedad en comparación con aquellos que no tienen el trastorno.

Infecciones

Algunas personas pueden desarrollar el síndrome del intestino irritable tras una infección gastrointestinal grave, como la salmonelosis o la shigelosis. De hecho, un episodio de gastroenteritis puede provocar síntomas intestinales persistentes, mucho después de que se haya eliminado la bacteria o el virus causante, desencadenando el SII.

Medicamentos

El tracto digestivo humano contiene millones de microorganismos que conforman la flora intestinal o microbiota intestinal. Estos microorganismos desempeñan varias funciones fundamentales para la salud, como la digestión y el funcionamiento del sistema inmunitario. Si bien es cierto que los medicamentos ayudan a combatir las infecciones bacterianas, también matan las bacterias buenas del intestino. De esta forma, los tratamientos repetidos o el uso prolongado de antibióticos pueden modificar la flora intestinal, alterando el funcionamiento normal del colon. Esta alteración puede causar el SII en algunos casos, aunque se necesita más investigación.

Aunque el síndrome del intestino irritable puede ser doloroso, hay que recordar que este trastorno no causa daños a largo plazo en el colon ni en otras partes del aparato digestivo. El SII tampoco causa directamente otros problemas de salud física. De hecho, suele ser una afección leve que puede controlarse con una dieta y otros cambios en el estilo de vida.

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