El pene y el paso del tiempo: Lo que todo hombre debería saber

Como cada parte del cuerpo, el pene también experimenta cambios con el paso del tiempo.





Es crucial comprender que las variaciones en la apariencia o la función del pene podrían ser indicativos de problemas de salud más profundos, impactando la calidad de vida. Reconocer cuándo estos cambios son normales y cuándo es necesario buscar asistencia médica es esencial.

Veamos qué modificaciones puede experimentar tu pene con la edad y en qué momentos debes estar alerta.

¿Mi pene se reducirá de tamaño?

No hay pruebas concluyentes de que las dimensiones de tu pene, tanto en longitud como en grosor, varíen naturalmente con la edad. Esto a pesar de diferentes opiniones que puedas encontrar.

La razón es que no hay estudios longitudinales que observen las mismas personas y las medidas de su pene a lo largo de décadas. Los estudios actuales solamente comparan las dimensiones penianas entre distintos adultos de diversas edades.

Existen también variadas metodologías para medir el tamaño del pene,  incluyendo medidas en estado flácido, estirado y erecto, lo cual dificulta la comparación entre estudios.

No obstante, ciertas condiciones relacionadas con el envejecimiento podrían dar la impresión de una reducción en la longitud del pene. Estas incluyen:

La longitud del pene en erección también puede disminuir con la edad debido a:

  • Disfunción eréctil, la incapacidad para lograr erecciones adecuadas para la actividad sexual.
  • Menor elasticidad del pene , limitando su expansión.

¿Continuaré teniendo erecciones?

La disfunción eréctil afecta al 15% de los hombres de 50 años y casi al 90% de los mayores de 80, según un estudio inglés que involucró a más de 6.000 participantes. Las condiciones de salud preexistentes incrementan significativamente el riesgo, y este se duplica en aquellos que califican su salud como regular o mala.

Fármacos como el sildenafil (Viagra) y tadalafil (Cialis) pueden ser útiles. Pero no reparan el daño subyacente en vasos sanguíneos y nervios que origina la disfunción eréctil. Con el tiempo, otras opciones como inyecciones o bombas para el pene pueden ser alternativas.

Otros cambios con la edad incluyen la disminución de la sensibilidad peniana , lo que puede reducir la excitación. La eyaculación se vuelve más lenta y menos frecuente.

El volumen de semen y la fuerza de la eyaculación disminuyen con la edad . El periodo necesario para recuperarse tras una eyaculación y volver a tener una respuesta sexual (tiempo refractario post-eyaculatorio) también se alarga con los años.

Lograr el orgasmo puede ser «imposible» o «moderadamente difícil» para el 33% de los hombres de 70 años .

¿Experimentará mi pene cambios en su forma?

Generalmente, no se prevé que la forma del pene varíe debido al envejecimiento. No obstante, es más frecuente que surja la enfermedad de Peyronie, caracterizada por una curvatura o deformidad inusual del pene, a medida que los hombres envejecen. Esto podría ser consecuencia de daños acumulativos por lesiones menores a lo largo de los años.

Esta condición impacta aproximadamente al 6,5% de los varones mayores de 70 años, pudiendo ocasionar dolor en el corto plazo y disfunción eréctil a largo plazo.

¿Incrementará la frecuencia con la que orino?

Los problemas relacionados con el tracto urinario inferior, tales como incontinencia , flujo urinario débil, dificultades para iniciar o detener la micción y nicturia (necesidad frecuente de orinar durante la noche) se intensifican con el envejecimiento.

Estos síntomas, que van de moderados a graves, afectan aproximadamente al 50% de los hombres mayores de 65 años y al 70% de aquellos mayores de 80 años . Esto se debe, en gran parte, a un incremento en la prevalencia de la hiperplasia prostática benigna (aumento del tamaño de la próstata) en hombres de mayor edad, lo cual afecta el flujo urinario.

Impacto de los cambios…

Los cambios físicos y funcionales en el pene pueden influir significativamente en la salud y bienestar del hombre.

Problemas relacionados con las erecciones o la eyaculación pueden disminuir la calidad de vida , especialmente si se mantiene el deseo de tener relaciones sexuales. Por ello, puede ser beneficioso hablar abiertamente con la pareja y buscar asesoramiento profesional.

Los síntomas del tracto urinario inferior también pueden tener repercusiones en la salud mental y las relaciones personales.

…pero también pueden ser señal de enfermedades

La disfunción eréctil puede ser indicativo de condiciones de salud más serias, como enfermedades cardíacas, hipertensión arterial, diabetes y trastornos del sistema nervioso.

Así, el pene puede reflejar la salud vascular general del cuerpo. Por lo tanto, la presencia de disfunción eréctil puede predecir riesgos futuros de ataques cardíacos o derrames cerebrales.

Los síntomas del tracto urinario inferior también están a menudo asociados con disfunción sexual y pueden incrementar el riesgo de infecciones urinarias y enfermedad renal crónica.

¿Qué es normal y cuándo consultar al médico?

El envejecimiento normal conlleva cambios en los vasos sanguíneos, nervios y órganos asociados al pene, como la próstata. Por ello, es común experimentar:

  • Cambios menores en el tamaño y la forma del pene.
  • Una disminución gradual en la función eréctil y sensibilidad.
  • Síntomas urinarios leves que no resultan molestos.

Mantener un estilo de vida saludable y realizar chequeos regulares con el médico para detectar condiciones comunes (como la hipertensión arterial) puede mitigar estos cambios relacionados con la edad. Otras condiciones de salud, como la diabetes, pueden acelerar estos cambios.

Sin embargo, es crucial buscar atención médica si se observa:

  • Un cambio significativo en el tamaño o la forma del pene, o el desarrollo de bultos inusuales.
  • Dolor o malestar en o alrededor del pene.
  • Disfunción eréctil persistente o molesta.
  • Síntomas urinarios que surgen de repente o resultan molestos.

En conclusión, el envejecimiento trae consigo cambios naturales en la salud del pene, desde variaciones en su forma y función hasta posibles complicaciones urinarias y sexuales. Es vital para los hombres estar informados sobre estos cambios, mantener una comunicación abierta con sus parejas y profesionales de la salud, y buscar atención médica oportuna para garantizar bienestar y calidad de vida en la madurez.

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