¿Por qué los gatos tricolores son casi siempre hembras? Una explicación genética

La gran mayoría de los felinos tricolores son hembras, y solo uno de cada 3.000 aproximadamente resulta ser macho. Esta peculiaridad se debe a una interesante razón genética.

Si has tenido la oportunidad de cuidar a un gato tricolor (conocido también como gato calicó ), es altamente probable que haya sido una hembra. Los machos con un pelaje de tres colores son bastante inusuales, y se estima que solo uno de cada 3.000 gatos tricolores es macho, aunque algunas estimaciones sugieren que la cifra podría ser de uno entre mil debido a la dificultad de verificar este dato estadísticamente.





La genética es la razón por la cual la mayoría de los gatos tricolores son hembras.

Cómo los genes determinan el color de los gatos tricolores

El pelaje de estos felinos puede tener tres colores fundamentales: negro, blanco y naranja. Otros tonos, como el gris o el marrón, son en realidad mezclas de estos colores. El color del pelaje se encuentra codificado en dos cromosomas diferentes, los cuales contienen los genes responsables de la pigmentación y de su combinación, que determinan los colores del pelaje. Uno de estos genes, el que produce el pigmento blanco, se encuentra en un cromosoma que todos los gatos tienen, sin importar su sexo.

Por otro lado, los pigmentos negro y naranja son generados por un gen que solo se encuentra en el cromosoma sexual X. El color que se muestra depende del alelo que tenga un individuo específico. Los alelos son versiones “alternativas” de un mismo gen que producen variaciones genéticas, como el color del cabello, de los ojos o el grupo sanguíneo.

Cómo los genes determinan el color de los gatos tricolores
Los gatos que presentan la característica calicó son mayoritariamente hembras, que en cada una de sus células tienen dos cromosomas X.

Cuando un gato, u otro ser vivo, hereda un gen con diferentes versiones, solo se expresa una de ellas. En el caso que nos interesa, cada alelo de dicho gen activa un pigmento diferente (eumelanina para el negro y pheomelanina para el naranja).

Las hembras, que tienen dos cromosomas X, pueden tener alelos distintos en cada uno de estos cromosomas, lo que permite generar tanto pigmentación negra como anaranjada. Claro está, también puede suceder que los genes de ambos cromosomas X se expresen en forma del mismo alelo, y por lo tanto solo posean uno de estos pigmentos.

Además, cada uno de los tres colores puede manifestarse o no, resultando en gatas con uno, dos o tres colores. Estos colores también pueden combinarse: por ejemplo, una gata que muestre blanco y negro puede tener el pelaje gris, total o parcialmente.

¿Los machos pueden ser tricolores?

La situación en los machos es diferente, ya que en lugar de tener dos cromosomas XX, tienen un cromosoma X y uno Y. Por lo tanto, solo hay un alelo responsable del color negro o anaranjado, que puede manifestarse como uno de los dos y que, al igual que en las hembras, puede combinarse o no con el gen responsable del color blanco, dando lugar a diversas posibilidades, aunque siempre limitadas a un máximo de dos colores básicos.

Los machos pueden ser tricolores
Así como los colores, los patrones del pelaje también son determinados por los genes, los cuales pueden ser regulares (como en los felinos rayados) o no regulares.

Sin embargo, la realidad nos muestra que sí existen machos tricolores, aunque son producto de una alteración genética llamada síndrome de Klinefelter .

Esta mutación afecta únicamente a individuos de sexo masculino y consiste en la duplicación del cromosoma X, resultando en una combinación XXY o, en casos más extraños, incluso más cromosomas X. Como consecuencia, al igual que las hembras, si los múltiples alelos se expresan en forma de colores diferentes, el gato macho podrá tener pelaje negro y anaranjado a la vez; y si se expresa también el pigmento blanco, será tricolor.

Esta posibilidad es bastante inusual: es complicado proporcionar una cifra exacta, pero se estima que solo un gato macho entre 1.000 o 3.000 presenta un pelaje tricolor, y aún menos, aproximadamente uno entre 10.000, es fértil, ya que la consecuencia más común del síndrome de Klinefelter es la infertilidad.

La causa de esta mutación suele ser la endogamia , por lo que es más frecuente en poblaciones aisladas y en gatos provenientes de la cría selectiva. Por otro lado, esta característica no es hereditaria, por lo que si se da el caso de que un macho tricolor tiene descendencia, estas no tendrán una mayor probabilidad de ser también machos tricolores.

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