Llegado el momento en el que el adulto mayor requiere asistencia a la hora del baño, es muy conveniente considerar aprovisionarse de una silla para ducha. Sin duda, se convertirá en un instrumento muy útil para el aseo, con comodidad y seguridad.
Desde la web de Ortopedia en Línea (Ortopediaenlinea.com), expertos en este tipo de productos, nos comparten a continuación una guía básica de sillas para ducha que será de gran utilidad al momento de elegir la más adecuada en caso de necesitarla.
¿Por qué comprar una silla para ducha para nuestros familiares mayores?
Tan importante como son las sillas de ruedas para el adulto mayor con movilidad reducida, la silla para ducha es un complemento indispensable. Aquí algunos motivos de compra:
- La persona ha sufrido alguna caída recientemente, en el baño o en algún otro espacio de la casa.
- Ha estado hospitalizada recientemente y ha perdido autonomía.
- No puede mantenerse de pie por algunos minutos para ducharse o sufre dolores.
- Presenta debilidad en las piernas, por lo que no puede sostenerse durante el baño.
- No es capaz de ducharse sola.
- Se le dificulta entrar y salir de la bañera sola.
Tipos de silla de ducha disponibles en el mercado
La elección de la silla para ducha dependerá de diferentes factores, como la movilidad de la persona y el espacio de la ducha, entre otros.
Así tenemos entre los tipos de silla, la fija o sin ruedas. Está fabricada en material resistente al agua e inoxidable y seca de forma rápida. Son de patas regulables, por lo que se adaptan a la altura deseada por el usuario.
Están también las sillas para ducha con ruedas, las más vendidas. La razón de su éxito viene de que son muy cómodas para las personas con movilidad más reducida. Pueden ser llevadas a la habitación de la persona y ser colocadas a un lado de la cama para hacer la transferencia mucho más fácil a la ducha, directamente en la silla.
Por otro lado, están las sillas de ducha plegables, que son excelentes para guardarlas o dejarlas a un lado sin que ocupen mucho espacio en la casa. Hay modelos con y sin ruedas.
Las sillas de baño con WC son excelentes para evitar tener que hacer transferencia del adulto mayor cuando necesite ir al baño. Algunos modelos vienen preparados para la ducha, así que solo es de retirar la cubeta y estará lista para el momento de realizar la higiene de la persona.
Para quienes tienen bañera, una opción muy eficiente es la silla taburete o el asiento giratorio. Este tipo de asiento se ajusta a ambos lados de la bañera, quedando en la parte superior. Sin embargo, no son adecuados para las bañeras con grifo en los laterales.
Por último, están los taburetes o banquetas, ideales para personas que pueden mantener la posición sentada con control del tronco. Son excelentes para pacientes en recuperación, puesto que les ayuda a recuperar independencia.
Ventajas de elegir una silla para ducha
Son muchas las ventajas de adquirir una silla de ducha para algún adulto mayor en casa. En principio, evita el sobreesfuerzo del cuidador. Permite una mejor higiene y facilita una mayor periodicidad de la misma. También facilita la colaboración de la persona con su aseo, ya que, si debe agarrarse con ambas manos para no caerse durante el baño, no podrá asearse, en cambio que la silla le ayudará a tener las manos libres para poder practicar su higiene.