¿Por qué nos asustan los payasos? Desvelando los misterios de la coulrofobia

El temor a los payasos se manifiesta tanto en adultos como en niños de diversas culturas, sin embargo, hasta ahora, su entendimiento ha sido limitado por la escasez de estudios al respecto.

Seguro has conocido a alguien que le teme a los payasos, y no necesariamente al espeluznante personaje de la película «It». Es más común de lo que pensamos que la simple imagen de un payaso cause escalofríos en mucha gente. Pero, ¿por qué ocurre esto? ¿Por qué algunos payasos parecen más de pesadilla que de fiesta? Un reciente estudio ha buscado respuestas a estas intrigantes cuestiones.





Tal como lo detallan en The Conversation , el miedo a los payasos, o coulrofobia, es un fenómeno que se reconoce bastante. Los informes de diversas culturas demuestran que este temor está presente en individuos de todas las edades. Sin embargo, a pesar de su prevalencia, hasta ahora ha habido un vacío en cuanto a investigación se refiere.

Este nuevo análisis , llevado a cabo por un equipo de la Escuela de Psicología y Estudios Terapéuticos de la Universidad de Gales del Sur en el Reino Unido, ha estudiado a fondo las razones psicológicas que hacen que los payasos sean aterradores para algunas personas.

Cuestionario del Miedo a los Payasos

Los investigadores diseñaron un cuestionario psicométrico para evaluar la prevalencia y severidad de la coulrofobia. Este «Cuestionario del Miedo a los Payasos» fue completado por una muestra internacional de 987 participantes, con edades comprendidas entre los 18 y 77 años, de los cuales el 80% eran mujeres y el 20% hombres.

Cuestionario del Miedo a los Payasos
Para muchas personas, el miedo a los payasos se deriva de no poder ver sus expresiones faciales debido a su maquillaje.

Este cuestionario tenía por objetivo analizar las reacciones individuales ante los payasos, así como la relación entre la coulrofobia y ciertos factores demográficos como la edad y el género. Incluía preguntas sobre la apariencia y los rasgos faciales de los payasos, su comportamiento, su representación en la cultura popular y si el individuo había tenido alguna experiencia negativa con un payaso.

Los hallazgos revelaron que más de la mitad de los encuestados (53,5%) admitieron tener miedo a los payasos al menos en cierta medida, y el 5% manifestó un «miedo extremo».

Es interesante notar que este porcentaje de temor extremo a los payasos supera ligeramente a los porcentajes reportados para otras fobias comunes, como los animales (3,8%), sangre/inyecciones/heridas (3,0%), alturas (2,8%), fenómenos meteorológicos (2,3%), espacios cerrados (2,2%) y volar (1,3%).

En lo que respecta a los factores demográficos, se observó que las mujeres manifestaron un temor mayor a los payasos en comparación con los hombres, un patrón que coincide con estudios previos en torno a otras fobias. ¿Por qué sucede esto? Los expertos apuntan a la posible influencia de la mayor cantidad de mujeres participantes en el estudio. Además, como se ha descubierto en otros estudios sobre fobias, la coulrofobia parece disminuir conforme avanza la edad.

Ahora bien, los aspectos más fascinantes se encuentran en otros descubrimientos. Resulta que, contrariamente a lo que podrías esperar, las experiencias negativas con payasos no son el factor predominante que contribuye al miedo a estos personajes. Es decir, estos resultados sugieren que tener una mala experiencia con un payaso por sí sola no es una justificación suficiente. Por el contrario, la representación negativa de los payasos en la cultura popular resultó ser un factor contribuyente mucho más relevante.

Pero el estudio destaca un factor por encima de todos: las señales emocionales encubiertas. El maquillaje de un payaso esconde sus expresiones faciales auténticas, lo que hace difícil discernir sus intenciones. Los datos recolectados indican que el miedo a los payasos puede ser provocado por la incertidumbre de no saber si el payaso está enojado o no, o qué es lo que está pensando o podría hacer a continuación.

Al final, los investigadores concluyen con un planteamiento que deja la puerta abierta a futuras investigaciones en torno a la coulrofobia:

Si el maquillaje que camufla las emociones causa temor, ¿ocurre lo mismo con las personas que se pintan la cara como animales? ¿O hay algo específico en el maquillaje de los payasos que despierta este miedo?

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