Seguramente crees que luego de los estirones que experimentaste al final de tu adolescencia tu cuerpo puede tener cambios pero ya no crece más. Pues tu creencia tiene un par de excepciones: los seres humanos tenemos dos partes del cuerpo que nunca dejan de aumentar de tamaño.
Durante la infancia, muchos padres acostumbran a ir marcando el aumento de la altura de sus hijos, colocando marcas con un rotulador en alguna pared como registro nostálgico del paso de los años. Pero cuando llega la madurez, el proceso se revierte, dado que comenzamos a perder algunos centímetros a medida que envejecemos. Sin embargo, solo dos partes se resisten a contraerse y, por el contrario, continúan creciendo.
Se trata de la nariz y las orejas. ¿Por qué? El Dr. Ryan Neinstein, cirujano plástico de NYC Surgical Associates y Neinstein Plastic Surgery, explicó a Reader’s Digest qué hace que estas dos partes faciales actúen diferente del resto del cuerpo.
Cuando las células de todo nuestro cuerpo, como las células óseas, musculares y grasas, dejan de duplicarse, paramos de crecer. Esto no significa que las células en sí mismas no puedan crecer (sí pueden; así es como desarrollamos músculo) o encogerse (sí pueden; así es como quemamos grasa). Pero la mayoría de ellas dejan de dividirse, y en la mayoría de las partes de nuestro cuerpo, “el número de células está bloqueado” después de la pubertad, señala el Dr. Neinstein.
Nuestras nariz y orejas son partes únicas en comparación con el resto de nuestro cuerpo porque están compuestas de tejidos blandos envueltos en cartílago. Y es este tejido blando el que sigue creciendo durante toda nuestra vida.
En otras palabras, tenemos más células en la nariz y en las orejas a los ochenta años que a los veinte. De hecho, tal vez te hayas dado cuenta que algunas personas mayores parecen tener estas partes del cuerpo más grandes, algo que definitivamente no es debido a la gravedad, ya que no crecen solo hacia abajo, sino de manera uniforme.
Y si te estás preguntando por qué el cabello y las uñas no están en la lista de partes del cuerpo que no dejan de crecer, el Dr. Neinstein también tiene una explicación para eso.
El crecimiento del cabello y las uñas, explica, es genético y difiere para cada persona. Por ejemplo, la calvicie o alopecia es en el 95% de los casos hereditaria. Si bien el crecimiento continuo de orejas y nariz es constante, la situación del cabello y las uñas “no es tan clara”, concluye el Dr. Neinstein.
Mientras tanto, la nariz y las orejas, de modo sigiloso y casi inapreciable, siguen aumentando de tamaño con el paso del tiempo.