A no ser que hayas vivido en una cueva, cosa que dudo, estamos seguros de que, por lo menos, habrás oído hablar de las tragaperras. Es muy probable que incluso alguna vez hayas jugado a alguna, por eso de que están presentes en casi todos los bares desde tiempos inmemoriales. Seguro que también sabrás que, con el auge de internet y con eso de que todos podemos acceder con un dispositivo de bolsillo, las tragaperras online se han hecho también tremendamente populares.
Es fácil entender el éxito de las tragaperras online. Al fin y al cabo, permiten una innovación mucho mayor que las tragaperras físicas, porque solo es necesario diseñar el software. Además, los equipos modernos, tanto PC y portátiles como móviles y tablets, permiten unos gráficos y un sonido nunca vistos hasta ahora. ¡Incluso hay tragaperras que aprovechan la realidad virtual y nos permiten jugar en 3D!
Pero, si estás pensando en iniciarte en el mundillo y jugar a las tragaperras online, es importante que tengas claro a qué te enfrentas. Y es que no todo son los gráficos y los efectos de sonido, no, claro que no. Aunque un juego (a fin de cuentas, las tragaperras no dejan de ser videojuegos) entre primero por los ojos, es necesario tener en cuenta algunas cosas.
La primera de ellas sería la volatilidad, es decir, la frecuencia con la que una tragaperras da premios, y el importe de los mismos. En este caso hablamos de volatilidad alta, media y baja. Aquellas de volatilidad baja dan premios relativamente a menudo, pero estos serán de bajo importe. Las de volatilidad media alternan premios altos y bajos, pero es mucho más frecuente obtener premios bajos, claro. Sin embargo, es posible obtener premios altos con… digamos que con bastante paciencia. Por último, las tragaperras de alta volatilidad son las que ofrecen mayores premios. La contrapartida es que pueden tardar mucho en aparecer y hay que ser tremendamente afortunados para que nos toquen. Por el contrario, muchas de estas tragaperras cuentan con botes progresivos y premios máximos que pueden llegar a ser millonarios.
El segundo aspecto en el que debemos fijarnos es en el retorno al jugador, abreviado normalmente como RTP, que son las siglas en inglés de “Return to Player”. El RTP no es más que el porcentaje de premio que la máquina “devuelve” a los jugadores en función del dinero apostado por ellos. El RTP suele ser menor en los juegos de alta volatilidad y mayor en los de baja volatilidad. Obviamente, si fuera del 100% obtendríamos un premio cada vez que jugáramos y esto no es así: los valores de las tragaperras online suelen moverse entre el 95 y el 98 %.
Y básicamente estos dos son los conceptos principales en los que fijarte: de cualquier manera, muchísimas tragaperras online ofrecen la opción de jugar gratis hasta que decidas si quieres apostar dinero real. Esto nos dará una idea de cómo es el juego, de su volatilidad y de si nos interesa arriesgarnos. ¿Quién sabe? Puede que el próximo ganador de un bote millonario seas tú…