Una revista redescubierta de la década de 1960 revela que la industria del carbón ha conocido los peligros del cambio climático causado por el hombre durante más de 50 años, lo que puede constituir la evidencia más temprana de esa profética información.
Recientemente quedó claro cómo el gigante petrolero Exxon era consciente de las causas y consecuencias del cambio climático al menos desde la década de 1970, pero eligió engañar deliberadamente al público durante décadas. La nueva evidencia ahora muestra que ya en 1966 los ejecutivos del carbón entendieron igualmente la ciencia del catastrófico calentamiento global.
Una problemática de vieja data
En un artículo de investigación en la edición de agosto de 1966 de la publicación comercial Mining Congress Journal, James Garvey, el entonces presidente de Bituminous Coal Research Inc., que desarrolló equipos de control de la contaminación, discutió sobre el estado de los contaminantes y su regulación en la industria del carbón en ese momento.
Si bien gran parte del documento se refiere al azufre en el carbón, una pequeña sección al principio del artículo se refiere a la liberación de dióxido de carbono (CO2), y deja al descubierto que en realidad “los aspectos de gran alcance del problema de la contaminación del aire” eran ya muy apreciados en la década de 1960. Esto escribió Garvey:
Existe evidencia de que la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera de la Tierra está aumentando rápidamente como resultado de la quema de combustibles fósiles.
Si la tasa futura de aumento continúa como hasta ahora, se pronostica que, debido a que la capa de CO2 reduce la radiación, la temperatura de la atmósfera de la Tierra aumentará y se producirán grandes cambios en los climas del planeta.
Tales cambios de temperatura provocarán el derretimiento de los casquetes polares, lo que a su vez provocaría la inundación de muchas ciudades costeras, incluidas Nueva York y Londres.
Ciencia… ¿sin conciencia?
Según el diario HuffPost, la existencia del artículo fue descubierta en agosto de 2019 por el ingeniero Chris Cherry de la Universidad de Tennessee, Knoxville (EE.UU.), quien lo encontró en una pila de revistas antiguas a punto de ser desechadas.
Cherry se sintió anonadado por las observaciones de Garvey, y lo que implicaban sobre el alcance de la conciencia científica histórica del cambio climático, incluso en la década de 1960, antes de que se afianzara la negación del cambio climático causado por el hombre. Así lo señaló al diario estadounidense:
Garvey describió bastante bien una versión de lo que hoy conocemos como cambio climático. Aumentos en la temperatura promedio del aire, derretimiento de los casquetes polares, aumento del nivel del mar. Todo está ahí.
Cabe indicar que el artículo de Garvey no es la única voz que reconoce los peligros de la contaminación producida por el carbón en la edición de agosto de 1966.
En un artículo de discusión después del trabajo de Garvey, el ingeniero de combustión James Jones de Peabody Coal (ahora Peabody Energy, la compañía privada de carbón más grande del mundo), no aborda el problema del calentamiento global, pero admite que los estándares de contaminación del aire para proteger la salud tienen cabida. Esto escribió Jones en ese entonces:
La situación es urgente. Estamos a favor de limpiar nuestro aire. En realidad, estamos ‘comprando tiempo’. Pero debemos usar ese tiempo productivamente para encontrar respuestas a los muchos problemas no resueltos.
El silencio de la industria del carbón
En los años y décadas posteriores, Peabody se convertiría en un gran jugador industrial en la negación organizada del cambio climático, comprando tal vez mucho más tiempo del que Jones había previsto.
Por supuesto, si bien el redescubrimiento de la revista de 1966 es importante, dado que revela que la industria del carbón supo desde hace mucho tiempo sobre las implicaciones de la quema de combustibles fósiles para el clima del planeta, la verdad es que, en ese momento, esos peligros no eran ningún secreto.
Un año antes, en 1965 , un comité asesor científico de Estados Unidos informó al presidente Lyndon Johnson sobre los procesos de calentamiento global en curso debido a la quema de combustibles fósiles. Así lo advertía el reporte:
El hombre está realizando involuntariamente un vasto experimento geofísico. En unas pocas generaciones está quemando los combustibles fósiles que se acumularon lentamente en la tierra durante los últimos 500 millones de años.
Los cambios climáticos que puede producir el aumento del contenido de CO2 podrían ser perjudiciales desde el punto de vista de los seres humanos.
De hecho, para entonces, ya esta era una noticia vieja. Los peligros del cambio climático literalmente aparecieron en las portadas de los periódicos desde 1912, hace más de 100 años, y fueron escritos incluso en la prensa popular desde mediados del siglo XIX .
Aunque nuestra comprensión científica de muchos de los procesos involucrados en el cambio climático sin duda ha evolucionado enormemente en los últimos 150 años más o menos, está claro que se sabe desde hace mucho tiempo que la quema de carbón produce CO2 que atrapa el calor en la atmósfera y calienta el planeta. La industria del carbón lo sabía, pero no hizo nada.