Tim Berners-Lee y su incansable lucha por un Internet más justo y transparente

El creador de la World Wide Web trabaja sin descanso para garantizar que Internet siga siendo una herramienta valiosa y democrática para todos.

Observando cómo la red ha transformado la sociedad hasta el punto de darle forma de manera integral, ¿te has preguntado qué piensa el creador de Internet al respecto? ¿Siente una inmensa desilusión al ver cómo la herramienta más revolucionaria para democratizar la información se ha reducido a memes de felinos, influenciadores en redes sociales ensalzándose a sí mismos y cámaras de eco impulsadas por algoritmos y financiadas por anuncios que dividen a la sociedad?





Quizás eso suena muy fuerte (quizás). A fin de cuentas, Tim Berners-Lee se mostraba bastante esperanzado al respecto durante su ingreso al Salón de la Fama de Internet. Y tal como en ese premio lo anuncian, él es la persona que “inventó la World Wide Web”.

Pero, ¿no fue Al Gore quien inventó Internet? No realmente. Ese es solo un chiste antiguo que circuló hace años. Gore era más bien un precursor no oficial de figuras como Greta Thunberg, que también viajaba en aviones, como lo muestra su documental de 2006 sobre el cambio climático «Una verdad incómoda».

Sin embargo, Al Gore despejó el camino gubernamental para el desarrollo y expansión de la “Autopista de la Información” desde sus días como congresista en la década de 1970, según lo detalla el Salón de la Fama de Internet.

Tim Berners-Lee es quien creó la tecnología real que constituye la base de Internet, en particular la conexión entre computadoras individuales (clientes) y los centros de procesamiento de datos con los que interactúan (servidores).

Tal como lo explica el Salón de la Fama de Internet, Berners-Lee ideó la tecnología HTTP para recopilar datos, las direcciones URL, el código HTML y más. Desde entonces, ha estado luchando incansablemente por un Internet más transparente y equitativo para todos.

Una iniciativa del CERN que transformará el planeta

Hacia la década de 1980, visionarios como el futurista y autor Arthur C. Clarke ya habían anticipado el auge de Internet, como lo hizo en un documental de BBC Horizon de 1964. Sin embargo, aparte de saber que los satélites posibilitarían la comunicación global instantánea usando dispositivos informáticos de algún tipo, otros aspectos tecnológicos eran menos evidentes.

Fue entonces cuando Tim Berners-Lee, graduado de Oxford y asesor independiente de tecnologías de la información, llegó al CERN, el centro de investigación de física de partículas más prestigioso del mundo en Suiza.

Según un minidocumental histórico del CERN , Berners-Lee fue contratado para unificar todas las computadoras dispares del CERN en un único sistema que permitiera a estas y sus usuarios comunicarse entre sí de manera sencilla y a distancia.

Hoy en día, todos damos por sentado la comunicación entre computadoras. Pero como menciona Berners-Lee en el documental:

Antes era complicado explicar cómo sería la web, ahora es complicado explicar por qué era complicado.

Tal como señala la biografía de Berners-Lee en el Salón de la Fama de Internet, Berners-Lee desarrolló un editor de texto “WYSIWYG” (lo que ves es lo que obtienes) para utilizar con la primera combinación cliente-servidor del mundo, que él mismo creó.

Le llevó dos años poner en marcha la incipiente “WorldWideWeb”, como se la llamaba entonces. Finalizó el proyecto en 1993, tomándose el tiempo para incluir los comentarios de los usuarios a través de la ya floreciente Internet global.

Gracias a su trabajo, Berners-Lee no solo obtuvo la capacidad financiera para dedicarse a otros proyectos, sino que en 2004 la reina Isabel II lo nombró Caballero Comandante de la Orden del Imperio Británico (KBE). Además, en 2016, ganó el Premio Turing , considerado como el “Premio Nobel de la Informática”.

Una Carta Magna para la era digital

El creador de Internet, Tim Berners-Lee, no se ha quedado de brazos cruzados tras construir una de las tecnologías que más ha transformado la civilización humana. Ha trabajado incansablemente creando empresas, fundaciones e institutos, al tiempo que participaba en entrevistas en cadenas de televisión como CNBC International TV y medios de comunicación como Wired , además de ofrecer charlas TED y más.

Gran parte de su trabajo se centra en una idea singular: garantizar que Internet siga siendo una fuerza para el aprendizaje y la comunicación abierta, no para el lucro y la censura. Como cita The Guardian en 2019:

Podríamos terminar con una distopía digital si no cambiamos las cosas. No es que necesitemos un plan de 10 años para la web, necesitamos cambiar la web ahora.

En su charla TED de 2014 , Berners-Lee habla sobre la creación de una nueva Carta Magna digital, que actualmente se puede leer en el Contrato para la Web . Expone cómo Internet permite que las personas se comuniquen con cualquiera en cualquier lugar, pero la intervención y la censura gubernamental hacen que Internet sea mucho menos abierto y libre de lo que aparenta.

Berners-Lee también aborda un tema ahora conocido de descontento moderno, es decir, la centralización corporativa de la comunicación en línea. Los “silos” de las redes sociales, sostiene, agrupan a las personas bajo su protección y actúan como intermediarios en las relaciones. Esto facilita las cosas para los usuarios de Internet, pero ayuda a perpetuar la “burbuja de filtro” de Internet, donde las personas solo se encuentran con lo que ya han decidido conocer y creer. “… [Nos] encanta cuando estamos rodeados de cosas en las que nos gusta hacer clic”, afirma con precisión en la charla TED de 2014.

Reconstruyendo un Internet confiable

Lo primero que hizo Tim Berners-Lee en 1994 tras inventar Internet en el CERN fue fundar inmediatamente el Consorcio World Wide Web (W3C), una colaboración entre los primeros usuarios de Internet para establecer estándares éticos básicos para la web, como “La web está diseñada para el bien de sus usuarios”.

Más adelante, en 2009, Tim Berners-Lee cofundó la Fundación World Wide Web , una organización con el objetivo similar de “buscar garantizar que la Web sirva a la humanidad estableciéndola como un bien público global y un derecho básico”.

Como menciona Berners-Lee en su charla TED de 2014 acerca de la creación de una Carta Magna para Internet, el 5% de la población mundial usaba Internet en el año 2000, solo siete años después de su creación. Para 2007, ese número había aumentado al 17%.

En 2012, Berners-Lee fundó el Instituto de Datos Abiertos (ODI), que actúa como intermediario entre gobiernos, empresas, organizaciones benéficas, instituciones de investigación, etc., para crear un “ecosistema de datos abierto y confiable” en Internet.

Como si esto no fuera suficiente, en 2018 Berners-Lee cofundó Inrupt, una empresa que lanzó la plataforma de código abierto Solid, que devuelve el control a los usuarios en relación con cómo se almacenan sus datos personales. Solid, que cualquiera puede utilizar, crea “cápsulas” privadas para los datos de los usuarios que mantienen la información segura, privada y, lo más importante, no vendible.

Además, Berners-Lee también dedica tiempo en la Junta de Transparencia del Sector Público del gobierno del Reino Unido, una parte del gobierno comprometida con la “transparencia del gobierno central y local”.

En resumen, Tim Berners-Lee, el visionario detrás de la creación de la World Wide Web, continúa luchando por un Internet más justo, abierto y transparente. A través de su trabajo en diversas fundaciones, organizaciones e iniciativas, Berners-Lee busca preservar y fortalecer los principios fundamentales de la web para garantizar que siga siendo una herramienta valiosa y democrática para todos. Su dedicación y compromiso con la causa demuestran que el espíritu innovador de la era digital sigue vivo y coleando.

También en GM

Destacamos