Este dramático caso médico revela lo que ocurre cuando el iris se desprende del ojo

Al observar con detenimiento la imagen anterior podemos notar que algo le sucede a ese ojo, y por lo visto se trata de algo malo. Tal vez lo desconocías, pero el iris –la membrana coloreada y circular del ojo–, puede desgarrarse. De nuevo mira detalladamente la imagen. Evidentemente el iris se encuentra desprendido.





A esta lesión se le denomina iridodiálisis o separación del iris y, en efecto, es sin duda un caso de mucho cuidado. La foto que apreciamos fue publicada en el New England Journal of Medicine. Esta imagen revela el iris arrugado de una persona de 48 años que se golpeó en el ojo con una cuerda elástica tratando de asegurar algunos objetos en una motocicleta .

Iridodiálisis traumática

Todo parece que, después de varios días de aflicción en el ojo, acompañada de visión borrosa y doble, el paciente se dirigió a la clínica oftalmológica, y allí le practicaron un examen que evidenció iridodiálisis traumática, específicamente la forma de la enfermedad ocasionada por la contusión. Dicho de otra manera, se desgarró el iris por entre el hemisferio superior de su ojo, y lo tenía hundido.

Iridodiálisis causada por un traumatismo sobre el ojo
Otro caso de Iridodiálisis causada por un traumatismo sobre el ojo.

Generalmente, que el iris presente desprendimiento del cuerpo ciliar ocular suele ser por un traumatismo: recibiendo un impacto en el rostro. Por ejemplo, en algún tipo de actividad física, golpes producto de caídas o cualquier clase de lesión contundente en la zona de los ojos.

En el momento que se produce esto, la persona ya no logra controlar la cantidad de luz que penetra en el ojo, y como resultado de ello, empiezan a aparecer otros problemas, como la fotofobia –la intolerancia anormal a la luz–, además de la visión doble y borrosa antes mencionada.

Pero no siempre es tan grave. En situaciones relativamente menos severas, la iridodiálisis puede tratarse guardando reposo. Pero cuando la lesión es más compleja, se hace necesaria una intervención quirúrgica para unir de nuevo el iris. En este caso específico, New England Journal of Medicine no expuso cómo terminó el paciente, pero es muy probable que esa rugosidad señale un trauma que requirió de una delicada cirugía.

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