Los hábitos informáticos se asocian con el riesgo de disfunción eréctil

El sedentarismo frente a la pantalla puede afectar la salud cardiovascular y sexual.

Permanecer durante largas horas sentado frente a un escritorio viendo vídeos en YouTube o disfrutando de tu videojuego favorito posiblemente no contribuya positivamente a la salud de tu corazón . Investigadores chinos han encontrado que esta conducta también puede tener repercusiones negativas en otras áreas del cuerpo, incrementando el riesgo de padecer disfunción eréctil.





No es inusual que los penes no cumplan con las expectativas en ciertas ocasiones, especialmente a medida que avanza la edad, pero para muchos, este problema es persistente y puede obstaculizar una vida sexual satisfactoria .

En muchos casos, la causa del problema es principalmente psicológica , relacionada con el estrés, la culpa o la baja autoestima. Sin embargo, en otros casos, pueden estar presentes patologías subyacentes . Además, los factores del estilo de vida pueden desempeñar un papel importante en esta condición, ya que pueden afectar los niveles hormonales o dañar la compleja funcionalidad de los vasos sanguíneos que permiten la erección adecuada del pene.

Los estudios han revelado que pasar un exceso de tiempo sentado cada día puede impactar el rendimiento sexual; por ejemplo, la funcionalidad eréctil a menudo mejora simplemente levantándose y ejercitándose con más regularidad.

Sin embargo, no todos los estudios concuerdan con esta idea, lo que genera incertidumbre sobre cómo nuestro hábito de sentarnos y descansar podría estar influyendo en nuestra vida sexual.

Para profundizar en este tema, los investigadores utilizaron una técnica llamada aleatorización mendeliana para identificar posibles relaciones causales entre la participación en actividades sedentarias de ocio (como conducir por placer, ver televisión o relajarse frente a una computadora) y la probabilidad de experimentar disfunción eréctil.

La aleatorización mendeliana compara las diferencias entre pares de genes que se cree que desempeñan un papel en un área particular de la salud para determinar si la herencia de genes específicos causa una afección relacionada.

Al utilizar datos sobre variaciones en secuencias genéticas de más de 220.000 individuos de ascendencia europea, obtenidos de un estudio anterior, los investigadores buscaron correlaciones entre genes asociados con respuestas a preguntas sobre comportamientos sedentarios específicos en el tiempo de ocio y el historial médico o autoevaluaciones de disfunción eréctil.

Los resultados mostraron que cada aumento de 72 minutos dedicados a usar una computadora para actividades de ocio aumentaba más de tres veces las probabilidades de padecer disfunción eréctil.

Además, al analizar más a fondo los datos, se encontró que pasar más tiempo relajándose frente a la computadora también se asociaba con niveles reducidos de una hormona responsable de estimular la producción de esperma .

Aunque otros estudios han llegado a conclusiones similares , este estudio no logra demostrar claramente por qué una disminución en esta hormona podría afectar la función eréctil. Los investigadores solo pueden especular que los niveles más bajos podrían impedir indirectamente la liberación de testosterona.

Resulta interesante que no se haya observado una relación causal entre la disfunción eréctil y actividades como ver televisión o realizar viajes de placer con regularidad.

Es posible que la distinción entre ver servicios de streaming en el escritorio y relajarse frente a la computadora sea ambigua, lo que dificultaría diferenciar entre las dos actividades.

Además, dado que el análisis se basó en estudios que establecían vínculos genéticos, es posible que los datos sobre los genes asociados con la conducción pausada fueran demasiado limitados para sacar conclusiones sólidas.

Estudios futuros podrían arrojar luz sobre si hay algo particular en el acto de sentarse, hacer clic y desplazarse que interfiere con la funcionalidad eréctil, o si nuestro hábito de disfrutar de Netflix está afectando nuestra salud sexual.

Considerando esto, pasar largos períodos frente a una pantalla, haciendo clic y desplazándose por entretenimiento, definitivamente no es beneficioso para nuestro cuerpo.

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