Dentro de los muchos elementos que se pueden encontrar dentro de una vivienda, es evidente que las pinturas se vuelven indispensables, sabiendo que son las encargadas de dar color a los espacios, a la par que pueden servir como recubrimiento para aportar mayor resistencia. En la actualidad, en el mercado se pueden encontrar diferentes tipos de pinturas teniendo en cuenta que, para interiores, hay algunas que son muy buenas.
En el momento que se compra una vivienda o se hace una reforma en la misma, son muchos los productos que se utilizan para que quede en perfectas condiciones. En este sentido, las pinturas se vuelven unos elementos indispensables, no solo por el colorido que puede dar a cada uno de los espacios sino también, porque sirven como revestimiento en la mayoría de ocasiones.
Al igual que ocurre con el mobiliario, el suelo o cualquier otro elemento, también en el caso de las pinturas las hay específicas para cada espacio, sabiendo que, para los interiores, existen numerosos tipos que son muy adecuados en estas zonas del hogar.
Por supuesto, la elección final dependerá de las necesidades de cada persona, el gusto y, sobre todo, el espacio concreto al que va a aplicarse un tipo de pintura u otra. En cualquier caso, para contar con las mejores garantías, siempre es recomendable comprar las pinturas en tiendas especializadas, de hecho, en la actualidad, hay algunas empresas dedicadas a la venta de pinturas online que lo ponen todo muy fácil, ya que ofrecen la posibilidad de ver el catálogo completo a través de la web y adquirir el producto que más se necesite en cada caso.
Si bien, a la hora de escoger una buena pintura para las zonas interiores de la vivienda, estas son las más recomendadas.
Pintura con acabado mate
Sin duda alguna, se trata del tipo de pintura que más se utiliza para la decoración de los espacios interiores del hogar, siendo la más demandada para techos y paredes, debido a que no aportan brillo alguno. De fácil aplicación, para que el color quede uniforme es aconsejable dar varias capas. Aunque es una de las más populares, también hay que decir que se suele ensuciar con rapidez, de ahí que haya que dar retoques cada cierto tiempo.
Esmalte con acabado mate
Aunque se trata de un producto muy similar al anterior, la principal diferencia es que ofrece mayor durabilidad y resistencia. También hay que decir que, en este caso, este tipo de pintura se limpia fácilmente, por lo que no necesita demasiados retoques. Debido a sus características, es habitual ver este tipo de pinturas en habitaciones para los niños o en las cocinas.
Pintura con acabado semibrillante
Otro de los tipos de pinturas más utilizados en interiores, se limpia con mucha facilidad sin necesidad de productos químicos más fuertes, ya que la suciedad sale rápidamente aplicando únicamente agua y jabón. Con un ligero brillo, tan solo con una capa ya se notará la diferencia. Si bien este tipo de pintura se puede usar para prácticamente cualquier espacio interior, hay que decir que es más frecuente verla en las molduras.
Pintura brillante
Al igual que la mate, este tipo de pintura es una de las más habituales en espacios interiores de las viviendas, sabiendo que es el tipo que más refleja la luz. Son pinturas fácilmente de lavar, con un brillo único, dotando de mayor estética la habitación que corresponda, de ahí que sea común en aquellos espacios donde se realicen más actividades. Para su correcta aplicación, es esencial que primero se lleve a cabo una tarea de enmasillado y después el lijado, con el fin de que la superficie donde se vaya a pintar quede totalmente lisa.
Pintura satinada
Finalmente, están las pinturas satinadas, que cuentan con un gran acabado, aunque quizás, sean las que menos se utilicen en la actualidad. Aportan un brillo más discreto y suave, siendo su uso más frecuente en paredes que se limpian diariamente.
