A la hora de levantar una nueva construcción hay que tener en cuenta diferentes aspectos, no solo del terreno, sino también climatológicos, que afectan tanto en la arquitectura como en la edificación. Por ejemplo, las condiciones que hay en Galicia no son las mismas que las de Andalucía.
El aire, la humedad, la radiación solar, las precipitaciones o la intensidad del viento influyen seriamente a las edificaciones. Por ejemplo, una vivienda que reciba más horas de sol puede será más fácil de mantener caliente en invierno, mientras que si se encuentra en una zona de altas precipitaciones se necesitarán usar materiales que otorguen una mayor protección contra la humedad.
Con el objetivo de realizar el máximo aprovechamiento energético y reducir las emisiones de CO2 se apuesta por construcciones sostenibles que tendrán en consideración las condiciones climáticas, ya que gran parte del consumo energético y de las emisiones CO2 procede de los edificios (oficinas, fábricas, residencias, etc.).
En Procomo tienen en cuenta todos los factores que influyen en el proceso de construcción, haciendo unas edificaciones sean eficientes, seguras y sostenibles. Por todo ello, resulta interesante analizar cómo debe ser cada construcción en función de la meteorología común de la zona en la que nos encontremos.
Construcciones en zonas de clima cálido y seco
Es importante acometer instalaciones que protejan de la radiación solar y de los vientos cálidos en verano. Al estar sometidas a temperaturas muy altas existe una elevada concentración de rayos ultravioleta. Esto repercute directamente en el consumo energético del edificio, que será mayor, lo que aumentará las emisiones de CO2.
En cuanto a materiales, será recomendable usar aquellos que tengan gran inercia térmica para retrasar el acceso del calor diurno al interior de la edificación y, al mismo tiempo, mantener la temperatura interior. Es importante que los techos sean altos y pueden tener cámaras de aire fabricadas a base de madera o tela roja para aislar el calor.
Se recomienda, además, que estén equipadas con patios, zonas de agua y plantas para humidificar el ambiente, garantizando un aire fresco durante la noche.
Construcciones en zonas de clima húmedo
Desde Procomo apuntan que, en estas zonas, marcadas por unas condiciones meteorológicas tan específicas, las cubiertas y fachadas ganan especial relevancia en la prevención de humedades. Conseguir una buena envolvente térmica ayuda a la reducción de la energía que se necesita para mantener las estancias caldeadas.
Los retranqueos en fachada son recomendables, pero si son excesivos y no están bien diseñados podrían generarse un estancamiento del aire en determinadas áreas con el pertinente descontrol del calor y de la humedad.
Construcciones en zonas de clima frío
Las construcciones suelen ser más compactas, herméticas y con elevado nivel de aislamiento. De este modo, el edificio tendrá mayor inercia térmica, estabilizándose las temperaturas y protegiendo al interior del frío. No obstante, en ningún caso deberá entorpecerse la radiación solar ni provocar un aumento de humedad.
Los materiales más extendidos en estas zonas son la madera flexible, el yeso, el vidrio grueso en ventanas y piedra caliza. Lo ideal será levantar estos edificios en laderas orientadas al sur, protegidas del norte, para garantizar que la radiación solar sea la mayor posible. De igual modo, es conveniente evitar las superficies de las fachadas expuestas al viento, así como la cantidad y el tamaño de sus huecos.
Construcciones en zonas de clima templado
Se recomienda que estos edificios cuenten con aberturas a sur que aprovechen la energía solar durante el invierno, pero que a su vez estén equipadas con protección solar en verano.
Es necesario, además, contar con eficientes sistemas de aislamiento para que, aunque los cambios de temperatura sean menores, las corrientes térmicas que se crean en los edificios se mantengan sin mucho esfuerzo ni gasto de energía. En el caso de los materiales, comienzan a ganar una mayor relevancia algunos como el corcho, la celulosa, la fibra vegetal o la lana mineral.
Planificación urbanística
Es importante tener en cuenta diferentes aspectos:
– En los climas cálidos y húmedos se aconseja ordenaciones en manzanas que permitan la edificación lineal en el eje este-oeste.
– En climas cálidos y secos se aconseja un factor de forma bajo, protegerse del aire caliente exterior y evitar la edificación en altura. La manzana deberá ser rectangular en el eje este-oeste, con patio interior.
– En los climas fríos, la ordenación de manzanas estará más orientada al sur, creando espacios soleados y protegidos del aire frío y cuidando la incidencia de sombras proyectadas de unos edificios sobre otros.
En Procomo cuentan con más de 20 años de experiencia en el desarrollo y gestión de proyectos de obra nueva, rehabilitación y mantenimiento que los ha llevado a tener un conocimiento exhaustivo a la hora de cómo aprovechar al máximo las condiciones meteorológicas.