Agujeros negros: ¿Qué son, dónde están, qué ocurriría si caemos en ellos?

Astrofísicos de Rusia y expertos de la NASA ofrecen respuestas concretas a algunas de las preguntas más comunes sobre agujeros negros.

Un grupo de científicos de varios países expuso en abril de 2019 la primera fotografía captada de un agujero negro, un trabajo considerado como una proeza histórica de la astrofísica.





Difundida a través la red de observación denominada Telescopio del Horizonte de Sucesos, la foto es todo un hito que de cierta forma desafía la famosa teoría general de la relatividad, uno de los fundamentos de la física moderna que presentó Albert Einstein en noviembre de 1915.

Y obviamente el anuncio de la inédita foto también ha despertado el interés de muchos, pero sobre todo, ha suscitado una serie de dudas generalizadas sobre los agujeros negros. Astrofísicos de Rusia y expertos de la NASA ofrecen respuestas concretas a algunas de las preguntas más comunes.

¿Qué es un agujero negro?

Es un sitio del espacio en el cual la interacción gravitatoria es tan elevada que incluso la luz puede superarla. Esto es consecuencia de una concentración demasiado densa de materia en un área relativamente reducida, producto de la muerte de una gigante roja (estrella de 10 a 25 o más veces la masa del Sol).

¿Qué tan grande es un agujero negro?

Estas regiones pueden ser extensas o reducidas. Científicos de la NASA explican que, en teoría, un agujero negro puede tener la dimensión de un átomo, pero a la vez retener la masa de una enorme montaña.

El denominado ‘estelar’ es un tipo de agujero negro. Su formación se da al tiempo que una estrella de aproximadamente 20 veces la masa del Sol se transforma en supernova y comprime la materia tras implosionar. Los agujeros negros estelares poseen una masa de entre 5 y 60 masas solares.

Representación artística de un agujero negro
Representación artística de un agujero negro con una estrella compañera que se mueve en su órbita.

Por su parte, a los agujeros negros más grandes se les llama “supermasivos“. Uno de ellos fue precisamente el exhibido el 10 de abril de 2019, con localización en la galaxia M87, cuya masa es miles de millones de veces mayor que la del Sol.

En la Vía Láctea, la galaxia que habitamos, también ha sido detectado un agujero negro supermasivo de 4 millones de masas solares. Su nombre es Sagittarius A y se sitúa en la zona central de la galaxia.

¿Cómo se forma un agujero negro?

Los expertos estiman que los agujeros negros estelares se forman cuando una supernova implosiona. Entretanto, los supermasivos se forman al tiempo con las galaxias. Se cree también que los agujeros negros más pequeños surgieron con la formación del Universo.

Y si estos agujeros ‘son negros’, ¿cómo pueden los científicos detectarlos?

Estas regiones no se pueden ver porque la intensa gravitación arrastra toda la luz hacia el núcleo del agujero negro. Son invisibles, en todo el sentido de la palabra. Atraen toda la radiación electromagnética, por lo que no existe telescopio alguno que sea capaz de detectarlos.

No obstante, los astrónomos sí pueden observar mediante el uso de satélites y telescopios cómo su interacción gravitatoria afecta a los cuerpos celestes y el gas en torno a ellos.

¿Qué ocurriría si cayera una persona en un agujero negro?

Por una parte, el fenómeno comenzaría a comprimirla, y por otra, la estiraría. Hay una interrogante muy popular al respecto, y es qué le sucedería a un astronauta si cae en un agujero negro: ¿le arrancaría la cabeza o se la aplastaría?.

Según el portal ruso Meduza, que cita en su publicación a los astrofísicos Stanislav Babak y Yuri Kovaliov, el agujero negro primero le arrancaría la cabeza. Luego, al pasar el horizonte de sucesos, se deformaría rápidamente la relación espacio-tiempo de tal manera que el astronauta terminaría convertido en una «singularidad». Resumido en una palabra: desaparece.

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