Sabor y tradición inundan los rincones de Sevilla, que reciben a un gran número de personas a lo largo de sus conocidas rutas gastronómicas, así como en restaurantes menos conocidos.
Decían Los del Río que Sevilla tiene un color especial y es que esta ciudad, que es una de las más antiguas de España, tiene cultura para dar y regalar.
Los rincones de Sevilla acogen cada día a un gran número de turistas deseosos de empaparse de la historia que subyace a la capital de Andalucía y, por qué no, también de su rica gastronomía repleta de color, sabor y ante todo primor.
No en balde, esta tierra pone sobre la mesa las famosas tapas, pequeñas raciones de comida que se acompañan con diversidad de bebidas. Tanto sevillanos como turistas no pueden evitar apuntarse a un tapeo, puesto que esta es la mejor forma de probar distintos platos sin llenarse en exceso.
Dada la popularidad de las tapas, es posible llevar a cabo distintos tours gastronómicos guiados a lo largo de los restaurantes y bares del barrio de Santa Cruz y el barrio de Triana, que son los más populares, aunque existen lugares inexplorados que pueden dar una grata sorpresa.
¿Qué comer y dónde comer en Sevilla?
En primer lugar, cabe decirse que hay platos típicos que sí o sí hay que probar, tales como:
- Gazpacho: La bebida estrella para los cálidos veranos andaluces. Se trata de una sopa fría de tomate, pimiento, pepino, ajo y aceite.
- Huevos a la flamenca: Se trata de un plato sencillo compuesto por huevo frito, jamón ibérico, chorizo y verdura, todo ello cubierto por una generosa salsa de tomate.
- Papas aliñás: Las patatas cocidas aliñadas con aceite de oliva, vinagre, cebolleta y perejil son una de las tapas estrella en Sevilla.
- Pescaíto frito: Aunque este plato podría asociarse más bien con las zonas costeras de Andalucía, lo cierto es que es muy típico comer raciones de pescaíto frito recién preparadas en freidurías sevillanas.
- Pringá: Esta que se trataría de las típicas recetas de la abuela, conforma una de las tapas más demandadas, gracias a su contundente sabor. La pringá se trata de carne de cocido desmenuzada y untada en pan esponjoso. No hay nada más típico que consumir esta tapa en la terraza de un bar junto con una jarra de cerveza bien fría.
- Rabo de toro: Aunque se trata de una receta típica cordobesa, puestos a visitar Sevilla, nunca está de más probar esta tapa, que también goza de una muy buena acogida.
Ahora bien, el lugar lo es todo. Ciertamente ante visitas que duran pocos días siempre es buena opción pedir a domicilio desde plataformas delivery como Just Eat a los mejores restaurantes de Sevilla, como sería con el caso de Casa Felix Pescaito Frito, Tapería La Pizarra o el Restaurante Los Cuevas, que tienen opción a domicilio, pero de tener algo más de tiempo, también es buena idea visitar algunos de los restaurantes con encanto de Sevilla.
En primer lugar, se podría destacar Az-Zait un restaurante ubicado en Plaza de San Lorenzo. Si bien se trata de un restaurante de vanguardia que desentona en plena zona de tapeo, obtuvo este 2020 un reconocimiento de la Guía Michelín, por lo que resulta interesante probar sus platos que combinan la gastronomía típica con sabores novedosos.
El Rinconcillo, situado en la Calle Gerona, se trata del bar más antiguo de Sevilla. Tras más de 300 años, cuenta con una especialización única en comida tradicional andaluza-mozárabe, capaz de cautivar los paladares más exigentes.
La Azotea, en Calle Mateos Gago, se trata de un bar de tapas que combina precios muy asequibles con sabores muy conseguidos, por lo que vale mucho la pena visitarla.
Ovejas Negras Tapas, en Calle Hernando Colón pone a disposición de los comensales, una carta sencilla pero que aúna los sabores más andaluces, tales como la pluma de cerdo ibérico y la presa de buey.
La Tasca El Botellín, en Calle José Luis Caro, aunque más retirada, cuenta con deliciosos platos a buen precio, como la chacina ibérica, los chicharrones fritos, la presa ibérica de bellota o el churrasco de cerdo.
Por supuesto, junto con estos sabores únicos tampoco se debería olvidar probar el vino Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry y el aceite de Estepa, dos de los tesoros más preciados de la gastronomía sevillana.
