Para muchos, el Caribe es sinónimo de un retiro vacacional ideal. Entre el aire templado, la deslumbrante arena de las playas y las refrescantes aguas del Mar Caribe, hay algo para todos.
Especialmente populares son las Bahamas, con Nueva Providencia —donde se sitúa la capital Nassau— como el imán principal para los visitantes. Sin embargo, no es la única isla que merece la pena explorar. Hacia el norte, Gran Bahama recibe el sello de aprobación de Lonely Planet como un destino más tranquilo sin carecer de comodidades.
West End es el núcleo central de Gran Bahama. Situada a una distancia de apenas 55 millas de Florida, esta ciudad tiene un pasado riquísimo. Aventuras en busca de la Fuente de la Juventud, bloqueos durante la Guerra Civil y el comercio de ron por piratas y contrabandistas en los días de la Prohibición son parte de su historia.
Pero desde los años 40, West End se ha ido tranquilizando, al desarrollarse una sólida base turística. Gracias a su ubicación costera, ofrece fácil acceso a espléndidas aguas y disfruta del mismo ambiente subtropical que envuelve a todo el archipiélago, incrementando su atractivo como un encantador destino turístico.
No obstante, West End tiene una cara menos amable. Se le señala como la playa más peligrosa del Caribe. ¿Por qué? Se sabe que es uno de los lugares con mayor concentración de tiburones en todo el planeta. A 30 kilómetros al noroeste de la ciudad se encuentra la llamada Tiger Beach, que toma su nombre de la abundante presencia de tiburones tigre en sus aguas. A lo largo del tiempo, se han registrado múltiples heridas y fallecimientos por ataques de tiburones en la zona circundante de West End.
Los tiburones tigre están entre los más peligrosos
West End alberga una variedad de tiburones, desde martillos y toro hasta de puntas negras. Sin embargo, son los tiburones tigre, así llamados por las franjas en sus dorsos, los responsables de la reputación de peligro en las playas de West End.
Están catalogados entre los «tres grandes» en términos de especies de tiburones que son una amenaza para los humanos, junto a los tiburones toro y los grandes blancos. Se les describe como predadores sumamente agresivos y oportunistas, capaces de atacar y devorar casi cualquier cosa, incluidas, en algunas ocasiones, sus propias crías. No enfrentan amenazas de otros depredadores.
Es importante señalar que Tiger Beach también es hogar de otros tipos de tiburones. En el año 2008, Markus Groh, un letrado australiano de vacaciones en las Bahamas, perdió la vida a causa de un presunto tiburón limón . Seis años después, John Petty, un quiropráctico estadounidense, supuestamente fue víctima de tiburones en esa misma área. Aunque no se ha encontrado su cuerpo, sí se halló su equipo de buceo en un estado deplorable.
Los ataques de tiburones son excepcionales
A pesar de los eventos desafortunados, cabe señalar que la amenaza real de los tiburones depredadores es bastante baja.
En una entrevista con los medios , el Dr. Gavin Naylor, investigador de tiburones en la Universidad de Florida, sugiere que la alta tasa de incidentes fatales en las Bahamas podría estar más relacionada con el flujo constante de turistas en aguas infestadas de tiburones que con el comportamiento de los tiburones mismos. En la mayoría de los casos, los turistas que se cruzan con un tiburón logran nadar a salvo. Los ataques son raros y suelen surgir por confusión de identidad, en circunstancias de poca luz, o por cuestiones de territorialidad.
Para contextualizar el riesgo que los tiburones de West End representan, veamos algunas cifras del Informe Internacional de Ataques de Tiburones (ISAF) de 2014, compartidas por The Tribune. Ese año, se registraron 64 ataques de tiburones a nivel global, pero apenas dos de ellos tuvieron lugar en las Bahamas. Uno de esos incidentes resultó ser uno de los cinco ataques mortales de aquel año. Por lo tanto, las empresas que ofrecen experiencias cercanas con tiburones en la región no son tan imprudentes como podría parecer a primera vista.
Los tiburones contribuyen al atractivo turístico de West End
Tiger Beach, que es en realidad un banco de arena en aguas abiertas, antes conocido como Dry Bank, se ha transformado en un sitio predilecto para el buceo. Los visitantes son llevados al área, sumergidos y tienen la oportunidad de nadar junto a tiburones tigre, que son atraídos por la comida escondida en cajas distribuidas en el lecho marino. Se ha notado que muchos tiburones que llegan a Tiger Beach están en avanzado estado de gestación. Esto ha llevado a algunos a suponer que la zona podría funcionar como un tipo de «vivero» para estos tiburones, aunque los juveniles son autosuficientes desde el nacimiento y suelen mantenerse alejados de los adultos para evitar el canibalismo, según apunta Oceana.
Los paseos de buceo en Tiger Beach incorporan detalladas sesiones informativas sobre cómo comportarse en el agua. Los tiburones tienen suficiente alimento y cebo durante los recorridos para mantenerlos entretenidos y saciados. Aun así, el Dr. Gavin Naylor advirtió que, aunque el peligro de un ataque de tiburón en West End o en cualquier otro sitio puede ser mínimo, nadie debería subestimar la potencial amenaza que estos animales representan. Recomienda evitar nadar en áreas de poca iluminación y en sitios donde se dispersa el cebo.