Tomar zumos de frutas, un dulce riesgo para el peso y la salud

Un estudio reciente que incluye el análisis de más de 40 investigaciones indica que el zumo de fruta natural puede estar asociado con un aumento en el peso corporal en niños y, aunque en menor grado, también en adultos.

La comprensión sobre nutrición ha progresado notablemente con el tiempo. Antes se pensaba que los zumos eran un método fácil para que los niños ingirieran frutas. Ahora sabemos que proporcionarles zumo equivale a darles cantidades de azúcar comparables a las de ciertos refrescos. Y esto no se limita solo a los zumos industriales. El zumo de fruta natural posee los mismos inconvenientes. Aunque ya se conocía este hecho, un estudio reciente no solo lo reafirma, sino que también lo vincula con la obesidad infantil.





Dicho estudio, publicado por JAMA Pediatrics , consiste en una revisión sistemática y un metaanálisis de la literatura científica existente. Los investigadores, provenientes de diversos centros de investigación de Canadá, han examinado conjuntamente una serie de estudios sobre este tema publicados a lo largo de los años. Este enfoque ha permitido obtener resultados más consistentes, destacando los efectos negativos del consumo de zumo de fruta.

En concreto, se analizaron 42 estudios, 17 enfocados en niños y 25 en adultos, abarcando datos de 45.851 niños y 268.095 adultos. Esto proporciona una base de datos amplia para obtener resultados significativos. Los hallazgos más notorios se observaron en niños, donde se constató que incluso un solo zumo de fruta al día se asocia con el incremento de la masa corporal.

¿Por qué no es lo mismo consumir zumo de fruta que la fruta entera?

Al tomar zumo de fruta natural, no agregamos azúcar, conservantes, colorantes ni otros aditivos frecuentemente criticados en la industria alimentaria. Solo hay fruta. El problema reside en que, al exprimir la fruta, hacemos que sus azúcares sean mucho más accesibles. A pesar de su origen natural, esto representa una carga considerable para el organismo.

Los azúcares predominantes en la fruta son la glucosa y la fructosa. En una fruta entera, como una naranja, estos azúcares están envueltos en una matriz de fibra, la cual desempeña varias funciones, incluyendo la liberación lenta de dichos azúcares. Actúa como una especie de barrera que permite su liberación gradual.

Esto facilita que la insulina, la hormona encargada de ayudar a las células a absorber la glucosa, se libere de manera eficiente y funcione adecuadamente.

Sin embargo, al exprimir una naranja o cualquier otra fruta, obtenemos únicamente su jugo, rico en azúcares, mientras que eliminamos la fibra. Como resultado, se requiere la liberación de grandes cantidades de insulina, que a menudo se ve sobrepasada por la necesidad de distribuir toda esa glucosa. Este fenómeno es conocido como el pico de insulina. Si ocurre ocasionalmente, no representa un peligro. Pero si sucede con frecuencia, como al consumir diariamente un vaso de zumo de fruta, eventualmente el páncreas, responsable de liberar la insulina, no podrá producir suficiente. Esto conduce a lo que se llama resistencia a la insulina y puede desembocar en diabetes.

Además, es evidente que el exceso de glucosa que no se distribuye adecuadamente en las células se convierte en grasa, contribuyendo al aumento de peso.

Una cuestión de saciedad

Otra importante función de la fibra es la de proporcionar saciedad. La fibra es altamente saciante, por lo que una sola naranja o manzana puede hacernos sentir llenos. No obstante, al preparar zumo de fruta, es posible incluir varias piezas en una sola porción, incrementando así la cantidad de azúcar, que carece de la necesaria matriz de fibra.

¿Qué revela este nuevo estudio?

La revisión llevada a cabo por los científicos canadienses, la más amplia hasta la fecha, ofrece varios hallazgos significativos. El primero es que, en promedio, el índice de masa corporal de los niños que consumen zumo de fruta diariamente aumenta en 0.03.

Para los adultos, la situación es más compleja y varía según se ajuste previamente la ingesta de energía. Basándose en algunos de los estudios examinados, se ha observado que las personas que beben regularmente zumo de fruta pueden llegar a aumentar hasta 5 kilogramos al año.

Sin embargo, como ya hemos discutido , no solo se trata del aumento de peso. Los problemas de salud derivados de los picos de insulina son también una gran preocupación. La obesidad y la diabetes son solo los primeros indicadores de alarma; a largo plazo, también pueden surgir enfermedades cardiovasculares. Por tanto, es fundamental entender que el zumo de fruta no es equiparable a la fruta entera, siendo perjudicial tanto para niños como para adultos.

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