La tetera de Russell, la analogía que origina las discusiones más acaloradas sobre la existencia de Dios

Te encuentras tomando un delicioso té, y de repente se acerca un amigo y comenta: “En este momento hay en el espacio una tetera girando alrededor del Sol“. ¿Cuál sería tu respuesta?





Seguramente reaccionarás pidiéndole a tu amigo que te enseñe la tetera o las pruebas que demuestren su existencia.

Pero tu amigo contesta que no es posible observarla porque su tamaño es tan pequeño que ni el telescopio más potente del mundo podría captarla.

El argumento de tu amigo suena como un disparate, pero admítelo, no tienes forma de comprobarle que no hay una tetera dándole vueltas al Sol.

Y aunque él tampoco tiene cómo comprobarlo, no duda en absoluto de que sí existe.

En ese contexto, ¿a quién le corresponde demostrar si la tetera existe o no?

Ateos vs. Creyentes

Ese debate que parece algo tonto, se ha convertido en realidad en la raíz de las más acaloradas discusiones entre ateos y creyentes.

La analogía de la tetera fue concebida en 1952 por el filósofo, matemático, lógico y escritor británico Bertrand Arthur William Russell, en uno de sus escritos titulado ‘Is there God?’ (‘Dios existe?’), y que hoy es conocida como la tetera de Russell.

Bertrand Arthur William Russell
Bertrand Russell en 1936.

Incluso ha sido mencionada por el biólogo evolutivo Richard Dawkins, uno de los personajes más destacados del ateísmo moderno, quien la ha sacado a colación en múltiples entrevistas y debates a los que asiste por todo el mundo.

Ahora la cuestión es, ¿qué pretendía Russell con la idea de la tetera y por qué este objeto se involucra en los temas que debaten la existencia de Dios?

Dios no existe

Russell, que era ateo, admitía que el cuento de una tetera en el espacio era definitivamente absurdo, pero enseguida planteó un escenario con el que recrea lo que en realidad quería transmitir:

Si en libros antiguos se afirmara la existencia de la tetera, se enseñara como la verdad sagrada cada domingo y se inculcara en las mentes de los niños en las escuelas, dudar de su existencia sería visto como una excentricidad y el escéptico merecería la atención de un psiquiatra…o un inquisidor…

Con esto, Russell buscaba demostrar que el hecho de que multitudes crean en Dios, no significa que realmente exista. O, en otras palabras, que pese a ser imposible demostrar que algo no existe, no puede tomarse como evidencia de que sí existe.

En línea con la analogía de Russell, los ateos concluyen su planteamiento señalando que quienes están obligados a presentar las pruebas son aquellos que aseguran que Dios existe.

Y como hasta el momento, según ellos, no hay evidencia de la existencia de Dios, pues tampoco hay razones para creer en él.

Algo similar a la tetera de Russell propuso el reconocido cosmólogo Carl Sagan en su obra ‘El mundo y sus demonios’. En este caso, debatía con la idea de que un dragón invisible vivía en su garaje:

Las afirmaciones que no pueden ser probadas, las aseveraciones inmunes a la refutación, son verídicamente inútiles, sin importar el valor que puedan tener para inspirarnos…

Dios sí existe

Los creyentes, por su parte, no consideran que el argumento de la tetera les exija la búsqueda de más evidencia de la existencia de Dios.

Dios sí existe
Creyentes. Imagen ilustrativa.

Esto dijo el humanista, doctor en filosofía y teólogo de la Universidad Gregoriana de Roma Gerardo Remolina, en medio de un debate realizado en 2017 con Richard Dawkins:

La tetera de Russell sí es una pura fantasía. La comparación de la realidad de Dios es completamente distinta, de Dios estamos viendo la naturaleza, nuestra vida.

También hay quienes aseguran que el argumento de la tetera no funciona porque se origina a partir de una premisa errada, como el filósofo norteamericano Alvin Plantinga, profesor en la University of Notre Dame. Así lo explicó en 2014 en una entrevista con el diario The New York Times:

Russell plantea que no hay manera de probar que la tetera no existe, pero tenemos mucha evidencia en contra del teterismo, es decir, pruebas que indican que la tetera no está en el espacio.

Plantinga dijo además que si alguna persona hubiera conseguido colocar una tetera en el espacio, esto se habría convertido en una noticia de la que el mundo entero se enteraría,  por lo que es algo que también puede tomarse en cuenta sobre la existencia de Dios:

Si, como plantea Russell, el teísmo es como el teterismo, el ateo para justificarse tendría que tener una poderosa evidencia contra el teísmo.

Es decir, es Russell el que debería tener las pruebas que lo avalen, pues son los ateos quienes están obligados a demostrar que Dios no existe.

Como puedes ver, este es un debate que parece no tener limites, y quizás perdure mucho más adquiriendo nuevos matices existenciales con el paso del tiempo. ¿Quién tiene la razón?

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