Ágiles, astutos, escurridizos y dotados de una impresionante inteligencia, los pulpos guardan un sinfín de secretos sorprendentes. Por mencionar algunos, poseen tres corazones, una sangre de tono azulado y un asombroso sistema nervioso.
Descubre 6 aspectos sorprendentes que intensifican nuestra fascinación por estos cefalópodos:
Un líquido vital azul
Para adaptarse a las profundidades marinas, los pulpos adoptaron una sangre rica en cobre en lugar del hierro que corre por nuestras venas. De esta forma, en lugar de contar con hemoglobina, disponen de hemocianina , una sustancia altamente eficiente en la transferencia de oxígeno, especialmente en aguas frías. Esta proteína, que también es común en otros moluscos, crustáceos y algunos arácnidos, les facilita el transporte de oxígeno de manera óptima.
De ahí el matiz azul de su sangre.
Sin embargo, esta particularidad los vuelve sumamente susceptibles a variaciones de acidez. Si el pH del agua disminuye considerablemente, su transporte de oxígeno se ve comprometido. Esto genera inquietud sobre el impacto que la acidificación oceánica, provocada por el cambio climático, pueda tener sobre ellos.
La tinta como escudo protector
La tinta que expelen no es solo un capricho de la naturaleza. Les sirve tanto como método de evasión como potencial herramienta defensiva. Algunos de sus componentes, como la tirosinasa , cuentan con características tóxicas, ofreciendo un escudo ante posibles amenazas. De hecho, estudios han señalado que posee propiedades antibacterianas y antioxidantes, lo que sugiere su potencial uso en tratamientos médicos.
Expertos en el arte del camuflaje
Es ampliamente reconocido que los pulpos son verdaderos artistas del disfraz. Estos invertebrados pueden modificar su tonalidad y textura cutánea para fusionarse con su entorno y así eludir a posibles depredadores. Su secreto radica en unos pigmentos especiales en su piel, los cromatóforos, que controlan a su antojo para variar su color.
Un trío de corazones
El sistema circulatorio de los pulpos dista mucho del nuestro. Están equipados con tres corazones: dos, denominados «branquiales», se encargan de impulsar la sangre con bajo contenido de oxígeno hacia las branquias, donde se oxigena. El tercero, conocido como «sistémico», está ubicado en la parte inferior del manto, cerca de su cabeza, y distribuye la sangre oxigenada al resto del cuerpo.
Neurología avanzada
El cerebro del pulpo destaca entre el reino de los invertebrados. Muestran una asombrosa habilidad para afrontar desafíos y tienen una memoria a largo plazo notable, gracias a la impresionante cantidad de neuronas que poseen. Para ponerlo en perspectiva, mientras un caracol de agua dulce cuenta con 10.000 neuronas, el pulpo común, Octopus vulgaris , ostenta alrededor de 500 millones. Es fascinante que dos tercios de estas neuronas se encuentren en sus tentáculos, los cuales pueden realizar tareas (como abrir un molusco) mientras el pulpo se encuentra realizando otras actividades.
Capacidad regenerativa
Los pulpos pueden restaurar sus tentáculos si, por alguna razón, llegan a perder uno. Si un predador se enfrenta a un pulpo y consigue arrancarle un tentáculo, este puede regenerarlo en cuestión de semanas. Lo más sorprendente es que el tentáculo regenerado es idéntico al original, tanto en tamaño como en funcionalidad. Este fenómeno es posible gracias a su centralizado sistema nervioso, que facilita la regeneración de manera eficaz.
Sin duda, los pulpos son una maravilla de la naturaleza que nunca deja de sorprendernos. Estas criaturas, dotadas de habilidades únicas y un sistema biológico envidiable, nos recuerdan la riqueza y diversidad del mundo submarino. Cada descubrimiento sobre ellos no solo aumenta nuestro asombro, sino que también resalta la importancia de proteger y preservar los océanos , donde estos fascinantes cefalópodos nos ofrecen un espectáculo de adaptabilidad y evolución.