Estudios respaldan los beneficios de los antioxidantes frente al daño solar

El envejecimiento de la piel es un proceso biológico complejo influenciado por una combinación de factores intrínsecos (genética, metabolismo celular y procesos hormonales) y extrínsecos (exposición crónica a la luz, contaminación, radiación ionizante, sustancias químicas, toxinas).





Actualmente, la salud y la belleza de la piel se consideran uno de los principales factores que representan el «bienestar» y la percepción de «salud» en los seres humanos.

El sol y el envejecimiento de la piel

El daño solar de la piel es el principal culpable del envejecimiento prematuro.

Las arrugas y los cambios pigmentarios están directamente asociados con el fotoenvejecimiento prematuro y se consideran los signos más importantes.

La cosmética antiedad y las estrategias destinadas a prevenir el fotoenvejecimiento incluyen evitar el sol, protección solar con filtros solares, retinoides para inhibir la síntesis de colagenasa y promover la producción de colágeno, y antioxidantes, sobre todo en combinación, para reducir y neutralizar los radicales libres.

Los estudios indican que, de hecho, es posible retrasar el envejecimiento de la piel y mejorar las condiciones de la piel mediante la administración de suplementos nutricionales seleccionados.

Los antioxidantes nutricionales actúan a través de diferentes mecanismos y en diferentes compartimentos, pero son principalmente captadores de radicales libres: neutralizan directamente los radicales libres, reducen las concentraciones de peróxido y reparan las membranas oxidadas entre otros.

La fuente más importante de antioxidantes la proporciona la nutrición. Los antioxidantes más conocidos son la vitamina C, la vitamina E, los carotenoides y los oligoelementos cobre y selenio.

También hay estudios que demuestran que las vitaminas C y E combinadas con ácido ferúlico trabajan tanto como un protector solar como un antioxidante.

En el estudio publicado en Journal of Investigative Dermatology (2005) concluyeron que la incorporación del ácido ferúlico, un potente antioxidante vegetal, en una solución tópica de ácido L-ascórbico al 15% y α-tocoferol al 1% mejoró la estabilidad química de las vitaminas (C + E) y duplicó la fotoprotección de la piel de 4 a 8 veces más aproximadamente.

En el estudio midieron tanto la formación de eritemas como quemaduras solares.

Agentes tópicos con propiedades antienvejecimiento

Además, de la ingesta de antioxidantes, también se pueden aplicar tópicamente sobra la piel para beneficiarse de sus propiedades.

Hay dos grupos principales de agentes que pueden usarse como componentes de cremas anti-envejecimiento: los antioxidantes y los reguladores celulares.

Los antioxidantes, como las vitaminas, los polifenoles y los flavonoides, reducen la degradación del colágeno al disminuir la concentración de radicales libres en los tejidos.

Los reguladores celulares, como el retinol o los péptidos, tienen efectos directos sobre el metabolismo del colágeno y su producción.

Las vitaminas C, B3 y E son los antioxidantes más importantes debido a su capacidad para penetrar en la piel gracias a su pequeño peso molecular. El ácido L-ascórbico local (vitamina C) soluble en agua y en concentraciones entre 5% y 15 % demostró tener un efecto antienvejecimiento al inducir la producción de colágeno tipo 1 y tipo 3.

Además, la vitamina E (α-tocoferol) utilizada como componente de productos para la piel, tiene propiedades antinflamatorias y anti-proliferativas en concentraciones entre 2% y 20%.

Actúa alisando la piel y aumentando la capacidad del estrato córneo para mantener su humedad, acelerar la epitelización y contribuir a la fotoprotección de la piel.

Por otro lado, se encuentran los reguladores celulares, como los derivados de la vitamina A, polipéptidos y botánicos, que actúan directamente sobre el metabolismo del colágeno y estimulan la producción de colágeno y fibras elásticas.

La vitamina A (retinol) y sus derivados (retinaldehído y tretinoína) también son un grupo de agentes con efectos antioxidantes. Pueden inducir la síntesis de colágeno.

El retinol es, en este momento, la sustancia que se utiliza con más frecuencia como compuesto antienvejecimiento y, en comparación con la tretinoína, causa menos irritación cutánea.

Se ha demostrado que el retinol tiene efectos positivos no solo sobre los componentes extrínsecos, sino también sobre envejecimiento intrínseco de la piel y sobre el metabolismo del colágeno.

Asimismo, se ha observado que puede disminuir los signos del envejecimiento prematuro de la piel inducido por los rayos UV, como las arrugas, la pérdida de elasticidad de la piel y la pigmentación.

Referencias
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