En esta sociedad en la cual la esperanza de vida aumenta en cada década, las relaciones entre las personas jóvenes y los mayores son vitales. A primera vista, estos dos grupos etarios no parecen interactuar mucho entre sí debido a los numerosos inconvenientes generacionales que ambos experimentan.
Sin embargo, los lazos interpersonales entre los dos grupos pueden ayudar a fomentar un clima de confianza en el que puedan comunicarse eficazmente. Aunque algunos avances tecnológicos pueden ser problemáticos para una de las dos generaciones, también son un canal de comunicación vital.
En este sentido, existen beneficios de las relaciones interpersonales entre personas jóvenes y mayores, sobre todo hoy que la tecnología ha permitido mejorar el vínculo entre ambas generaciones. Esto permitirá que la cultura generacional trascienda los vínculos entre los abuelos y sus jóvenes nietos. A largo plazo, será beneficioso.
¿Por qué es bueno que los ancianos interactúen con los jóvenes?
Cuando se trata de cuidadores de ancianos, por lo general suelen ser empleados jóvenes que los mayores les doblen o tripliquen la edad. Este nexo, pese a ser laboral, no deja de ser humano y no se puede descartar que se creen lazos afectivos por la interacción diaria.
De hecho, la esperanza de vida relacionada con la edad ha aumentado considerablemente en comparación con siglos anteriores. Sin embargo, el avance social no ha sido tan bueno. La tecnología actual dificulta la comunicación entre jóvenes y mayores.
Ninguna de las partes está interesada en hablar con la otra. Al menos, a primera vista. Los jóvenes son estigmatizados por los mayores como alborotadores y gamberros debido a estos estereotipos. Esto está muy lejos de la realidad y no es muy exacto.
Por lo tanto, es crucial establecer un entorno libre de prejuicios donde ambos grupos generacionales puedan interactuar favorablemente. Hay que darles la oportunidad de compartir conocimientos y beneficiarse mutuamente.
Las personas mayores tienen mucho que aprender sobre una época que desconocen en gran medida. Se han quedado en el pasado debido a la rapidez con la que la tecnología ha arrasado en todos los aspectos de la vida cotidiana.
Los jóvenes podrían enseñar a los mayores algunas aplicaciones útiles de la misma a través de estos encuentros. Mientras que los ancianos pueden compartir con los más jóvenes algunas experiencias propias que son relevantes para la vida.
Les darían algunas orientaciones para el futuro, al tiempo que hablarían de cómo manejaron las circunstancias más difíciles de sus vidas.
En cualquier caso, estas reuniones dirigidas por organizaciones o asociaciones pueden proporcionar a los ancianos una segunda oportunidad en la vida. Es una manera de experimentar una nueva juventud, por decirlo de alguna manera.
No obstante, las interacciones entre jóvenes y mayores no siempre son agradables. La discriminación por edad es actualmente una de las fobias que más experimentan las personas mayores. A continuación se explica el miedo que sienten los ancianos ante los jóvenes.
El edadismo: ¿Qué es y cuáles son sus consecuencias?
Uno de los efectos del comienzo de una nueva era no analógica es la discriminación por edad. A este fenómeno social muy usual en la actualidad se le conoce como edadismo. Tanto los jóvenes como los adultos han adquirido un conjunto de actitudes y conductas desfavorables hacia los mayores.
Es un hecho que ha generado dificultad para las relaciones entre generaciones. Los prejuicios y estereotipos que difunde esta forma de pensar son totalmente falsos. Al fin y al cabo, el edadismo es una fobia que genera animadversión hacia los mayores.
Pueden evitar hacerse mayores porque no les gusta la dependencia que conlleva o por otras razones. Por eso, si se interroga a cualquier persona no adulta, es posible que emita algunas opiniones sobre lo antiguo, que no son del todo correctas. El edadismo se caracteriza por creer que todos los ancianos son:
- Frágiles y dependientes
- Poseen problemas de memoria o son seniles
- Deben ser aislados o ser seres solitarios
- Son enfermizos
- Anticuados y poco propensos a entender la tecnología
- Aburridos.
