Smart City, Passive House y BIM: tendencias que apuestan por la sostenibilidad, la digitalización y la eficiencia en el entorno construido

La transformación urbana avanza hacia un futuro más inteligente, eficiente y sostenible. Las Smart Cities, el estándar Passive House y la metodología BIM se consolidan como pilares clave para repensar cómo diseñamos, construimos y habitamos nuestras ciudades.





En un contexto donde la presión urbana y ambiental se intensifica, el desafío de construir ciudades más resilientes, sostenibles y habitables ha impulsado el desarrollo de nuevas metodologías y estándares en el ámbito del diseño y la construcción. Tres tendencias destacan por su impacto transformador: las Smart Cities, el estándar Passive House y la metodología BIM (Building Information Modeling).

Las Smart Cities representan una nueva forma de entender y organizar las ciudades, evolucionado hacia ecosistemas inteligentes donde la tecnología y los datos se integran para mejorar la calidad de vida, optimizar recursos y reducir el impacto ambiental. Estas ciudades utilizan sensores, redes y análisis de datos para gestionar de manera eficiente y sostenible la energía, la movilidad y los servicios públicos. Para funcionar correctamente, requieren infraestructuras digitales interoperables que permitan la comunicación entre sistemas distintos, sean escalables para adaptarse al crecimiento urbano y seguras para proteger los datos de sus habitantes.

El estándar Passive House, desarrollado en Alemania a finales de la década de los años 80 y hoy adoptado internacionalmente, busca la máxima eficiencia energética con el objetivo de minimizar el consumo energético. Este propósito se logra a través del uso de aislamiento térmico de alta calidad, una ventilación controlada, un alto grado de hermeticidad y el aprovechamiento óptimo de fuentes pasivas de energía como el sol, entre otras. Gracias a estos principios, las Passive House representan una solución decisiva frente a los desafíos del cambio climático, al mismo tiempo que constituye un pilar clave para el desarrollo de ciudades inteligentes, sostenibles y resilientes frente a las futuras demandas ambientales y energéticas.

Por su parte, la tecnología BIM ha revolucionado por competo el sector ya que, tal y como explica Borja Sánchez Ortega, Director de Proyectos y Director del mejor máster en metodología BIM de 2025, el Máster BIM Manager Internacional (+IA y VR) de la consultora especializada Espacio BIM -www.espaciobim.com-, «permite centralizar toda la información de un proyecto (geométrica, documental, etcétera) en un modelo digital desarrollado por todos los agentes que intervienen». Lo que facilita una gestión más eficiente del tiempo y los costes, mejora la coordinación entre equipos, reduce errores y retrabajos, y optimiza la planificación y el control de recursos. En conjunto, optimiza todo el ciclo de vida del proyecto, desde el diseño hasta el mantenimiento, promoviendo prácticas más sostenibles y rentables. Además, gracias a organizaciones como la Open Design Alliance (ODA), que impulsan la interoperabilidad y el uso de estándares abiertos, se amplian las posibilidades para que diferentes softwares y agentes puedan compartir y gestionar la información BIM de forma integrada y colaborativa.

La sinergia entre eficiencia energética, confort y reducción de emisiones impulsa el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad y disminución del impacto ambiental. La combinación de estas tres tendencias ya no es una opción, sino una necesidad frente a los desafíos actuales del cambio climático y la transformación digital. Herramientas como estas están allanando el camino hacia ciudades más eficientes, accesibles y resilientes, donde la tecnología se pone al servicio del bienestar común.

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