Un grupo de expertos de la Universidad de Cornell (EE.UU.) simuló en 2018 una vía de escape si se llegase a presentar un hipotético caso de un Apocalipsis Zombi. ¿Cuál sería el lugar más seguro? Aunque se trata de una situación poco probable, un consejo bastante razonable sería: aléjate de las grandes urbes.
Se presume que este proyecto surgió tras una clase de mecánica estadística para graduados y una lectura de World War Z. A raíz de esto, el equipo de la universidad se cuestionó cómo podría propagarse un brote de zombis en los Estados Unidos. Para efectos, desarrollaron un modelo con una plaga de zombi ficticia que se desplazaba a través del país.
Entonces, ¿cuál fue el resultado de la investigación? Los lugares pocos poblados y recónditos son ideales para esconderse de una propagación de zombis.
¿Por qué? Los autores del estudio explicaron que un supuesto brote de zombis en la ciudad de Nueva York tardaría, aproximadamente, un mes o más para llegar al norte del estado tomando en cuenta la distancia geográfica y la velocidad de la infección, lo que supondría un límite de tiempo favorable para planificar un plan de escape.
Algún lugar de Canadá o en Montana sería el escondite perfecto.
El investigador principal, Alex Alemi profundizó más acerca de esta hipótesis:
Dada la dinámica de la enfermedad, una vez que los zombis invaden áreas más escasamente pobladas, todo el brote se ralentiza: hay menos humanos para morder, así que comienzas a crear zombis a un ritmo más lento.
En su modelo de cómo podría propagarse un brote de zombis en los Estados Unidos, se demuestra que en las grandes ciudades la infección llegaría rápidamente y, a su vez, tardaría semanas en tocar las comunidades rurales y meses en afectar las zonas más montañosas.
Ante este posible escenario, Alemi sostuvo:
El proyecto fue una visión general del modelado epidemiológico moderno, comenzando con ecuaciones diferenciales para modelar una población completamente conectada, luego pasando a modelos basados en celosía y terminando con una simulación completa de un brote a escala estadounidense en todo el territorio continental de los Estados Unidos.
La muestra del estudio: 300 millones de personas
Para tener una idea más clara, los investigadores trabajaron en la simulación del estudio con una muestra de casi 300 millones de personas. Cada una de esas personas podría clasificarse de la siguiente manera: humano, infectado, zombi o zombi muerto.
Para la obtención de los resultados, los autores rastrearon la propagación de la epidemia al crear las interacciones o encuentros aleatorios entre los humanos y los zombis. Por ejemplo, las mordeduras de los zombis producen la infección en los humanos aunado a los humanos que matan a los zombis para retrasar la propagación. Por último, los expertos determinaron las zonas donde la infección tardaría en propagarse.
A la par de estas investigaciones de los universitarios, las decenas de producciones audiovisuales sobre los zombis también nos han servido para inspirar proyectos como estos. Sin embargo, no se descarta la posibilidad de que los autores revisen sus apreciaciones y recomendaciones para aquellos que estén en las zonas montañosas.