Por muchos años la comunidad científica se había venido preguntando si los humanos eran los únicos animales capaces de sentir placer durante la práctica sexual. La interrogante parece resolverla este nuevo hallazgo.
Los delfines hembra (Delphinidae) están dotados de clítoris, que además de asemejarse al de las mujeres, se encuentra en una mejor ubicación. Esto ha sido comprobado a través de una investigación realizada por las biólogas estadounidenses Dara Orbach y Patricia Brennan, del Mount Holyoke College (Massachusetts), publicada en la revista Experimental Biology.
Las especialistas analizaron el organismo de una docena de delfines mulares que habían sido encontrados muertos en costas estadounidenses. El objetivo principal era estudiar sus clítoris para establecer su composición y estructura.
El resultado fue asombroso. Tiene mucha similitud con el órgano de las mujeres, se compone en gran parte por tejido eréctil y posee numerosos vasos sanguíneos. Igualmente concentra muchas terminaciones nerviosas y además resultó de un tamaño mayor al esperado, lo cual indica que es una parte bastante sensible, dijo la doctora Brennan, citada por InsideScience.
La ubicación es la mayor diferencia
En cuanto a la ubicación del órgano, la doctora Orbach explicó:
En los delfines, el clítoris se coloca en la entrada de la abertura vaginal y en contacto directo con el pene durante la cópula, a diferencia de la posición externa del clítoris en los humanos. La ubicación del clítoris cerca de la abertura vaginal indica que se puede estimular fácilmente durante la cópula.
Con estos datos, los delfines pasan a integrar el listado de animales que, además de buscar reproducirse, obtienen placer sexual. Este tipo de comportamientos ya había sido observado en primates como el bonobo (llamado también chimpancé pigmeo) y en el macaco japonés o macaco de cara roja.
Según los científicos italianos Monica Carosi y Alfonso Troisi citados por BBC, en el caso de los macacos:
La hembra gira la cabeza para mirar a su pareja, estira la mano hacia atrás y agarra al macho.
La dupla estuvo observando 240 actos de apareamiento y entre ellos la tercera parte mostró lo que denominaron “respuestas orgásmicas femeninas”.
Esto supone que entre más estudios se realicen al respecto, se conocerá más de las conductas sexuales en el reino animal y comprenderemos mejor que no somos los únicos a los que nos seduce el placer.