Por culpa de los humanos, el cerebro de los gatos es cada vez más pequeño

En los últimos 10.000 años, los cráneos de los gatos domésticos, al igual que sus cerebros, se han vuelto considerablemente más pequeños.

Milenios de dependencia humana han reducido el tamaño del cerebro de tu gato, señala una investigación de 2020.





En una investigación publicada en la revista Royal Society Open Science, los científicos compararon las medidas craneales (un indicador del tamaño del cerebro) de los gatos domésticos modernos con las de dos de sus ancestros salvajes más cercanos, los gatos monteses africanos (Felis lybic a) y europeos (Felis silvestris).

Los expertos descubrieron que el tamaño del cráneo, y por lo tanto el tamaño del cerebro, en los gatos domésticos se ha reducido significativamente en los últimos 10.000 años en comparación con sus antepasados ​​salvajes.

Eso no quiere decir necesariamente que tu atigrado gato sea menos astuto que un gato montés. Pero, según una hipótesis, muestra que priorizar la mansedumbre en los animales domésticos puede haber cambiado inadvertidamente la forma en que se desarrollan los cerebros de esos animales, indicaron los investigadores.

Es probable que estos cambios comiencen cuando un animal aún es un embrión y recién comienza a desarrollar sus células de la cresta neural, un tipo especial de célula exclusivo de los vertebrados, que desempeña un papel clave en el desarrollo del sistema nervioso, entre otras cosas.

Así lo explicaron los investigadores en su estudio:

La selección por mansedumbre en la domesticación de animales puede haber causado una regulación a la baja en la migración y proliferación de las células de la cresta neural, lo que lleva a una disminución de la excitabilidad y el miedo. Sin embargo, esta regulación a la baja también puede causar cambios correlacionados en la morfología, la respuesta al estrés y el tamaño del cerebro.

En su trabajo, los científicos reprodujeron varias investigaciones anteriores de las décadas de 1960 y 1970 comparando el tamaño del cráneo de gatos domésticos y salvajes.

Esos trabajos más antiguos respaldaron la idea de que los gatos domesticados han visto a lo largo de los años una reducción considerable en el tamaño del cerebro. No obstante, algunos de estos estudios compararon a los gatos modernos solo con el gato montés europeo, que ya no se considera su antepasado directo.

Los autores buscaban actualizar estas investigaciones previas comparando los gatos domésticos con el gato montés africano, que el estudio genético ha confirmado desde entonces como el antepasado vivo más cercano de los gatos domésticos modernos.

El equipo encontró que la investigación anterior aún se mantiene, dado que los gatos domésticos muestran una reducción de hasta un 25 por ciento en el tamaño del cráneo al compararse con los gatos monteses africanos y europeos.

Los científicos también analizaron una serie de especies híbridas de gatos salvajes-domesticados, y encontraron que estas medidas craneales encajan perfectamente entre las especies salvajes y domésticas.

Así entonces, la evidencia señala que la domesticación ha tenido un efecto significativo en la evolución de los gatos durante los últimos diez milenios, un fenómeno que también se observa en muchas otras especies de animales domesticados.

Según los investigadores, los cambios en el volumen craneal han sido bien documentados en especies domesticadas, incluidas ovejas, conejos, perros y muchas más.

Con todo esto, el equipo considera que comprender tal fenómeno no solo arroja luz sobre algunos de los cambios de desarrollo que la domesticación incurre en los animales salvajes, sino que también plantea preocupaciones sobre las especies salvajes que están amenazadas por la hibridación con animales domésticos.

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