Un pequeño marsupial australiano ha sido centro de debate por años en la comunidad científica, pues envuelve un gran misterio. Se trata de los wombats o vombátidos. Pero más allá de su tierna apariencia, lo que los hace especiales es el hecho de que pueden defecar en forma de cubos.
Es la única especie conocida que produce haces con estas extrañas dimensiones, y en exageradas cantidades. Miden alrededor de un metro, aunque su pequeño tamaño no les impide defecar cerca de 100 cubos en una sola noche. Y los apilan en montículos para marcar su territorio.
Lo más curioso es que tienen un ano redondo, como el resto de los mamíferos, pero no producen heces blandas, apiladas o en bolas. Según científicos estadounidenses, la caca cuadrada de los wombats tiene que ver con las características de su intestino.
La elasticidad es la clave
Patricia Yang, investigadora postdoctoral en ingeniería mecánica del Instituto de Tecnología de Georgia, en Estados Unidos, lleva un tiempo investigando esta particularidad única del wombat y comentó que “jamás había visto algo tan extraño en biología”.
Junto a otros colegas estudió los tractos de wombats que chocaron con vehículos en Tasmania y tuvieron que ser sacrificados. David Hu, parte del equipo, dijo a la BBC que comenzaron “a diseccionar con entusiasmo los intestinos de los animales como si fuera un presente de Navidad”.
Luego los compararon con los intestinos de los cerdos e hicieron un experimento en el que insertaron globos expandibles para conocer qué tanta elasticidad tenían.
Y encontraron que cuando las heces llegan al último 25% del intestino de los wombats, cambian de un estado parecido a un líquido a uno sólido. Pero el último 8% del tracto es diferente al de otros animales, pues adquiere un gran cambio de elasticidad.
Esa elasticidad variable en las paredes intestinales es lo que le da la forma de cubos a las heces, que generalmente tienen unos 2 centímetros de lado.
Una función única
Los wombats aprovechan la forma de cubo de sus heces para apilarlas de forma eficiente, no solo con la intención de marcar territorio, sino para comunicarse con otros de su especie.
Yang destacó que actualmente solo existen dos métodos para fabricar cubos: moldearlos o cortarlos. Pero “ahora mostramos un tercer método”, afirmó.
La investigación sirve para que en un futuro se pueda replicar el mecanismo intestinal de los wombats en procesos de manufactura y poder producir cubos con sustancias blandas, sin tener que moldearlos.
Los resultados del estudio fueron presentados en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, durante la reunión anual de la División de Dinámica de Fluidos de la Sociedad Estadounidense de Física.