La reciente catástrofe en España, considerada una de las peores inundaciones en su historia moderna, ha sumergido poblaciones enteras bajo el agua y el lodo tras las intensas lluvias torrenciales que han dejado al mundo consternado. En la Comunidad Valenciana, la cantidad de lluvia que habitualmente se recoge en un año cayó en apenas ocho horas, alcanzando los 700 litros por metro cuadrado, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Las imágenes satelitales del programa Copernicus de la Comisión Europea, junto con las capturas del programa Landsat de la NASA y el Servicio Geológico de los Estados Unidos, muestran de forma impactante cómo ha cambiado el este de España tras esta tragedia. El mapa de la Comunidad Valenciana aparece cubierto por tonos marrones, y las fotos exponen las áreas en las que miles de personas quedaron atrapadas en sus hogares, arrasadas por la avalancha de agua y barro el 29 de octubre de 2024. Las inundaciones también afectaron otras regiones, como Andalucía y Castilla-La Mancha.
La utilidad de las imágenes satelitales
Los satélites de observación de la Tierra proporcionan constantemente imágenes con diferentes niveles de detalle y longitud de onda, lo que permite examinar el antes y después de esta catástrofe. El agua subió con tal rapidez que los aguaceros devastaron todo a su paso: puentes, carreteras, vecindarios, tierras de cultivo… transformando el paisaje en un escenario completamente distinto al de unos días antes. La escena actual está repleta de vehículos apilados, escombros y objetos cubiertos de barro.
En una de las capturas del satélite Sentinel-1 del programa Copernicus, se aprecia claramente el nivel de inundación registrado el 31 de octubre. Las zonas sombreadas en azul muestran las áreas que permanecían anegadas en el momento de la captura. Además de dar testimonio de la tragedia, estas observaciones satelitales permiten a los expertos empezar a dimensionar el alcance de la destrucción que ha asolado a estas regiones.
Las palabras del ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, en una reciente conferencia de prensa, lo resumen todo: “El hecho de que no podamos proporcionar una cifra de desaparecidos refleja la magnitud de esta tragedia.”
Impacto del cambio climático
Los científicos climatológicos señalan una relación clara entre estas inundaciones y el calentamiento global provocado por el ser humano, destacando que la actual crisis climática está intensificando la frecuencia y fuerza de estos fenómenos meteorológicos. Los humanos somos, en parte, responsables de la situación que hoy enfrentamos.
Un análisis inicial de World Weather Attribution, una organización global de científicos, indica que las lluvias torrenciales en España han sido aproximadamente un 12% más intensas y el doble de frecuentes en comparación con un clima previo a la era industrial, antes de la quema masiva de combustibles fósiles. A medida que el planeta sigue calentándose, el clima se tornará aún más extremo y la crisis climática continuará agravándose.
El clima extremo es una consecuencia directa del calentamiento global, impulsado por la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Este fenómeno está intensificando los patrones meteorológicos, causando más olas de calor severas, inundaciones devastadoras, tormentas más frecuentes y duraderos episodios de clima extremo (ya sea frío o calor). Las imágenes satelitales de esta tragedia subrayan la urgente necesidad de una acción global contra el cambio climático, mientras nos enfrentamos a un futuro cada vez más incierto en la Tierra.
🚁🚨Continuamos trabajando en colaboración con todos los servicios de emergencia en las zonas afectadas por la #DANA
👉Imágenes aéreas de la zona de #Torrente y los alrededores de la V30 en #Valencia pic.twitter.com/PjYypiBh5C
— Policía Nacional (@policia) October 30, 2024