Esto se puede lograr con técnicas como el microblading, una opción que se ha vuelto sumamente atractiva para muchas personas debido a la combinación de sus resultados naturales y duraderos, la mejora de la autoestima y la personalización que ofrece.
¿Dónde hacerme un microblading de cejas?
Es importante tener en cuenta que el microblading requiere competencia y experiencia. El resultado final depende de la habilidad y destreza del técnico, por lo cual es necesario buscar un profesional capacitado y con un buen historial, que garantice resultados seguros y efectivos.
En Ink Láser tienen una de las mejores profesionales del microblading pelo a pelo que, desde el año 2015, ha atendido a más de 600 clientes, trabajando con tintas de alta calidad que no cambian de color con el transcurso del tiempo, brindando una atención individualizada, precios accesibles, máxima higiene y respuestas de dudas vía WhatsApp. Aquellos que requieran de más información pueden obtenerla aquí: Ink Láser microblading de cejas en Alicante.
¿Qué es el microblading?
El microblading de cejas pelo a pelo es un procedimiento de tatuaje que busca imitar la apariencia natural del vello. Se realiza mediante una herramienta manual que consiste en una serie de agujas finas que depositan pigmento en la piel para crear pequeñas líneas que simulan ser el vello real.
El proceso es más preciso y controlado que el tatuaje convencional, y permite un mayor grado de personalización y adaptación a la estructura y el color natural de las cejas, según las necesidades y preferencias de cada individuo. Asimismo, el pigmento se desvanece con el tiempo.
Cabe destacar, que es un método semipermanente que amerita de una revisión y retoque periódico para mantener la apariencia deseada. Por lo tanto, es fundamental buscar un profesional cualificado y experimentado, así como seguir las recomendaciones de cuidado adecuadas después del mismo.
¿En qué se basa el microblanding?
Su objetivo es mejorar la imagen y figura de las cejas, para que parezcan más pobladas y definidas. La técnica se realiza en un estudio de belleza o de tatuaje, y normalmente tarda de una a dos horas. La durabilidad del resultado varía, pero generalmente es entre uno y dos años.
Además, el experto que realiza el microblading puede adaptar la forma, el color y la densidad de las líneas para asegurarse de que se ajusten a las características únicas de cada persona y a su tipo de piel, lo que también contribuye a un aspecto natural.
En definitiva, es una manera de ahorrar tiempo y esfuerzo en la rutina diaria de cuidado de la piel.
Cuidados del microblading
- Evitar mojar la zona tatuada los primeros días posterior al procedimiento, esto incluye no tomar duchas calientes, bañarse en la piscina o en la playa.
- No aplicar cremas o lociones en el área hasta que se haya curado por completo.
- Cuidarse de rascar o pellizcar la piel alrededor de lo tatuado, porque esto puede causar infecciones o alterar el resultado.
- No exponerse al sol por unos días y aplicarse protector solar para proteger la zona si es posible.
- Seguir todas las instrucciones del profesional.
En caso de presentarse algún problema, lo recomendable es hablar con el especialista de microblading a fin de recibir más información y asesoría. Sin duda, esta técnica originada en Asia hace más de 20 años cada vez se vuelve más popular en el mundo.