Mitos y verdades sobre el plástico

El plástico es uno de los materiales más utilizados por diferentes industrias a nivel global. Además, en la actualidad, es uno de los materiales que afrontan mayores reacciones adversas por parte de la sociedad, pero lo cierto del caso, es que en la mayoría de las situaciones se debe a mitos sobre este material.





El plástico es indispensable en todas las industrias, no en vano, cualquier empresa que ofrezca productos a la venta, necesita contar con una fábrica de bolsas de plástico como uno de sus aliados estratégicos para llevar su packaging a un nuevo nivel. De la misma manera ocurre para el uso particular, donde el plástico está presente en infinidad de cosas que todas las personas necesitan utilizar todos los días.

Pero, como hemos anticipado, hoy se suele decir que el plástico es el material más contaminante, menos biodegradable y, en definitiva, la peor decisión de uso. ¿Será cierto todo lo que se dice?

Los plásticos son nocivos para la salud

Desde luego que si alguien lo ingiere, este y cualquier otro material serían nocivos. Pero gracias a la popularidad del plástico, se ha convertido en el material que tiene mayores procesos de controles de calidad y verificación de seguridad de uso en todo el mundo. No en vano, muchas de las normas ISO le vinculan.

En cambio, muchos productos de plástico son utilizados por sus virtudes a nivel de salud, como su facilidad de limpieza, su resistencia o capacidad de conservación, tal es el caso de las bolsas de plástico para conservación de alimentos o productos para medicinas y cirugía.

El plástico puede sustituirse por materiales más sostenibles

Uno de los errores más habituales al respecto es afirmar que antes de usar bolsas de plástico se pueden usar, por ejemplo, bolsas de algodón. Este esfuerzo, que es muy loable y queda bien desde el punto de vista social, realmente es contraproducente si lo que se quiere es ser sostenible.

Sucede así porque materiales como el algodón -haciendo referencia en este, por ser el más utilizado en detrimento del plástico- no funcionan para conservar alimentos, puesto que se contaminarían; aparte de que en su fabricación se utilizan ingentes cantidades de agua pura, por lo que para hacer “sostenible” el uso de las bolsas de algodón por encima del plástico, la primera debería utilizarse cerca de 5.000 veces para superar la sostenibilidad de una bolsa de plástico.

El plástico es el material protagonista de la contaminación y emisiones a nivel global

Cuando se habla de la contaminación de mares y océanos, y de emisiones de CO₂, el plástico entra siempre como uno de los materiales a acusar. Pero lo cierto es que no es del todo así, el plástico representa solo el 4% de la utilización de productos derivados del petróleo, siendo más contaminantes industrias como la del transporte -sobre todo el marítimo y el aéreo- y la industria de la calefacción o refrigeración.

Sobre la contaminación de las aguas, está demostrado que menos del 15% de la contaminación por basura y desechos en los mares está relacionado con el uso de plásticos, ya que aunque cueste creerlo, todos los plásticos son reciclables, y muchas empresas y gobiernos abogan por su uso responsable, lo que de antemano obliga a una clasificación óptima de los residuos por parte de la sociedad.

En general, la utilización de los plásticos tiene incidencia directa sobre la calidad de vida, el acceso a determinados productos y servicios, y no yendo tan lejos, es protagonista de los grados de conservación de algunos alimentos que se transportan de forma nacional o internacionalmente. Si bien es necesario un cambio de paradigma que ponga a la sociedad como un sujeto protagonista en referencia con los materiales que utiliza y desecha -el vidrio, los metales, el cartón, pueden llegar a ser más contaminantes y peligrosos-, todo forma parte de una industria global en la que un único material no es el detonante u origen de los problemas.

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