Playboy, cuyo eslogan original es «Entertainment for Men», juega un papel interesante en nuestra cultura. Por una parte, su fundador, Hugh Hefner , ha sido acusado de ser un repugnante depredador que sacó provecho de la explotación de las mujeres, llegando a tratarlas «como si fueran animales». Pero también, ha sido reconocido , incluso por la reconocida feminista y académica Camille Paglia , como un componente clave en la revolución sexual de los años 60.
Playboy ha sido un vehículo vital para llevar el «arte de alto nivel del arte de bajo nivel» a las masas, presentando mujeres desnudas en sus páginas centrales, pero también publicando algunos de los «mejores trabajos literarios y periodísticos jamás plasmados en tinta y papel». Playboy ha entrevistado a Ayn Rand y a Martin Luther King , Jr., ha publicado obras de ficción de Vladimir Nabokov y Margaret Atwood , y hasta ha serializado la célebre novela contra la censura de Ray Bradbury , «Fahrenheit 451».
Sobre toda esta amalgama de periodismo riguroso, desnudez, polémica y un pretendido estilo de vida de soltero, destaca el omnipresente y mundialmente conocido logo de la conejita de Playboy. Con el pasar de los años, más de uno se habrá preguntado: ¿qué tiene que ver un conejo con todo esto? ¿Por qué no escogieron un rinoceronte, un avestruz o un mono tití? ¿Por qué las chicas usan esos disfraces con una cola de conejo en la parte trasera?
Al final, la decisión de usar un conejo para el logo de Playboy se debió en parte a un acertado olfato empresarial, en parte a un feliz accidente y en parte a un chiste artístico.
En busca del conejo blanco
Hay que tener en cuenta que cuando Playboy se lanzó en 1953, antes de la revolución cultural de los años 60, se diseñó de cero como un producto afinado al detalle, altamente diseñado y con una muy clara audiencia objetivo.
Playboy era una revista de hombres para cosas de hombres en el sentido más exacerbado y estereotipado posible, pero con una pretendida inclinación intelectual. Sus páginas buscaban evocar la imagen de solteros empedernidos llevando una vida de lujo, vistiendo esmóquines y rodeados de hordas de admiradoras. El nombre original que Hugh Hefner había pensado para la revista lo dice todo: Stag Party (despedida de soltero).
Pero Hefner no tomó esas decisiones solo. Crear Playboy requirió de un equipo de artistas, creativos y socios comerciales, entre ellos el director de arte Arthur Paul .
Paul era un tipo peculiar que, aunque tenía respeto por todo tipo de arte, estaba interesado en fusionar formas de arte alta y baja, al igual que Hefner. Paul, incorporado al equipo de Playboy gracias a una recomendación, siguió la idea original de Hefner y diseñó un logo de ciervo para Playboy para que se usara al final de los artículos como una especie de punto final de marca. Sin embargo, cuando el equipo de Playboy decidió abandonar el tema del ciervo, Paul empleó algo más de una hora para transformar al ciervo en algo parecido a un conejo. Y para ponerle una pincelada humorística a todo el concepto del «hombre urbano sofisticado», le añadió al conejo un cuello de esmoquin.
El lado divertido de la vida
El equipo de Playboy decidió alejarse de su nombre original, Stag Party, debido a la existencia de otra revista llamada Stag. Esta revista era de temática libre, y el artista Arthur Paul le sugirió a Hugh Hefner que «sería una locura» lanzar su revista con un nombre similar. En esa misma reunión, o en otra, Hefner, Paul y la dirección de Playboy discutieron sobre otros animales, además de los ciervos, que «representaran un aspecto divertido de la vida».
Entonces sí, para cualquiera que se lo pregunte: la elección del conejo lleva una connotación sexual intencionada e implícita, ya que se supone que los conejos son conocidos por su reproducción desenfrenada.
En cuanto al título Playboy, fue sugerido por otro miembro del equipo de la revista, el ejecutivo Eldon Sellers. Este nombre inspiró a Paul.
En poco tiempo, el logo del conejo blanco de Playboy evolucionó hasta convertirse en la imagen integral de la revista. Elogiando a Paul, Hefner dijo:
Borró las líneas entre las bellas artes y el arte comercial, al igual que el pintor Andy Warhol. Arthur, sin lugar a dudas, fue el responsable de cambiar la naturaleza de la ilustración comercial.
Tras crear el famosísimo logotipo del conejo de Playboy, Paul se convirtió en vicepresidente de la revista. Dejó ese cargo en 1982 para dar conferencias, trabajar en proyectos como el Festival de Cine de Chicago y más. Falleció en 2018, un año después que Hefner. Mientras tanto, el logo del conejo de Playboy sigue vivo, siendo tan duradero, perdurable e icónico como siempre.
