El pelo humano es singular en el reino de los mamíferos. Ninguna otra especie posee cráneos peludos en cuerpos casi lampiños. Además, a excepción de algunos animales domésticos, pocos tienen el cabello ensortijado. En algún punto de la evolución humana, este patrón característico de pelambre y calvicie moldeó nuestra identidad.
Durante mucho tiempo, los científicos se han cuestionado la razón por la cual perdimos gran parte de nuestro vello corporal . De acuerdo con una teoría, los humanos desprenden el vello como un mecanismo de defensa contra parásitos. Los cuerpos desnudos también mostraban el estado libre de parásitos de una persona y podrían haber funcionado como una señal sexual para las parejas.
Otra teoría relevante sugiere que los cuerpos lampiños fueron una adaptación que permitió a nuestros ancestros primitivos sobrevivir de manera más eficiente en un entorno de sabana. Al dejar atrás los árboles, los cuerpos sin vello les facilitaron enfriarse mediante el sudor.
Pero, ¿por qué se mantuvo el cabello en el cuero cabelludo mientras perdíamos pelo en casi todas las demás áreas de nuestro cuerpo? Recorrer largas distancias bajo el sol inclemente puso en serio riesgo los enormes cerebros de nuestros antepasados por posibles daños por calor. Aunque asociamos el pelaje con la conservación del calor en animales de climas fríos, el pelo también puede ofrecer protección contra el sol. Actualmente, una investigación publicada en una preimpresión en bioRxiv profundiza en el papel que probablemente desempeñó el cabello rizado en la evolución humana.
Rizos maravillosos
En este estudio, los investigadores emplearon maniquíes térmicos, figuras similares a humanos que simulan la transferencia de calor entre la piel y el entorno. Posteriormente, colocaron pelucas con cabello liso, levemente rizado y muy rizado en tres grupos de estos maniquíes, dejando otro grupo calvo. En un túnel de viento climatizado, la luz de dos lámparas de techo imitaba la radiación del sol .
Los científicos descubrieron que las cabezas calvas absorbían mucho más calor en comparación con las cabezas con cabello. Entre los maniquíes con pelo, el cabello muy rizado fue el que menos calor permitió pasar, seguido del cabello levemente rizado y, finalmente, el cabello liso.
Para simular el impacto de la sudoración, los investigadores llevaron a cabo experimentos con cueros cabelludos húmedos y secos. Al secarse los cueros cabelludos mojados, experimentaron un efecto refrescante parecido al sudor. Con la piel húmeda, todos los tipos de cabello perdían calor debido a la evaporación. Nuevamente, el cabello muy rizado perdía la mayor cantidad de calor, seguido por el cabello levemente rizado, el cabello liso y las cabezas calvas.
El último factor fue el viento, y los investigadores probaron con tres velocidades de viento distintas. Como era de esperarse, el viento tuvo un efecto refrescante en todas las cabezas. En la situación con más viento, los investigadores hallaron que los cueros cabelludos con cabello muy rizado presentaban una pérdida neta de calor (es decir, perdían más calor del que ganaban por la radiación solar).
Por último, los investigadores notaron que, en comparación con las cabezas con cabello rizado, las cabezas calvas debían sudar más para lograr un efecto refrescante similar. Esto demuestra que el cabello rizado proporciona un mayor enfriamiento a la vez que ahorra agua, una doble ventaja, y quizás ayude a explicar por qué los humanos desarrollaron el cabello rizado en el cuero cabelludo.
Un buen momento para los rizos
Hoy en día, el cabello rizado es mucho más frecuente entre los africanos en comparación con otras poblaciones. Es posible que los rizos fueran esenciales para la supervivencia de nuestros primeros ancestros hasta que algunos emigraron a climas más fríos y perdieron sus rizos.
Aunque es difícil determinar si todos los humanos tuvieron cabello rizado en algún momento, este estudio demuestra que las cabezas peludas en cuerpos lampiños logran un buen equilibrio entre minimizar el calor en la cabeza y maximizar la capacidad del resto del cuerpo para enfriarse. El cabello rizado cumple una gran labor al minimizar la ganancia de calor desde arriba, ayudando a mantener el resto del cuerpo más fresco.
¿Por qué el cabello rizado tiene este efecto? Los investigadores creen que se debe a su forma singular. A diferencia del cabello liso, el cabello rizado no se acomoda plano sobre la cabeza. Cuanto más rizado es el cabello, más separado está del cuero cabelludo y menos calor le llega. Esto es similar a cómo el pelaje espeso de los camellos protege su piel del calor.
