El verano es la época del año más propicia para encontrar el amor. El descanso vacacional, el buen tiempo, la playa… El contexto es ideal para que fluyan las relaciones entre las personas y nazcan así nuevas aventuras que, quizá, duren toda la vida.
El momento oportuno
Las parejas encuentran en estas fechas un momento muy oportuno para dar margen al amor y descubrir conceptos eróticos como los juguetes de EasyToys. El amor de verano ha estado muy presente en películas y series de televisión, que reflejan una situación que también se produce con frecuencia en la sociedad española. La oportunidad de conocer a gente nueva, el tiempo para reflexionar o, para los adolescentes y más jóvenes, tres meses de tiempo libre configuran un contexto idóneo para dar rienda suelta a todo lo que pide el cuerpo, emocional y físicamente.
Los orígenes del amor de verano
El concepto amor de verano surge en España en la década de los sesenta, cuando el país empezaba a abrirse a Europa y la entrada de turismo extranjero iba en aumento. Torremolinos, La Manga, Benidorm o Salou. Los destinos de los visitantes europeos cubrían todo el arco mediterráneo y los españoles estaban descubriendo un nuevo modelo de vacaciones, en el que se establecen nuevas relaciones y amistades. Esta situación fue traducida al arte musical por parte del Dúo Dinámico, que en 1963 lanzó su canción ‘Amor de verano’, un clásico de la música en español que sonó en emisoras y televisión durante décadas. Este trabajo pretendía ejemplificar una nueva realidad en la sociedad del momento: las relaciones, esporádicas o duraderas, que nacían en el verano, fruto de los crecientes movimientos de personas, que se movían desde Madrid y otras zonas del interior hacia las playas para disfrutar del mar y de unas merecidas vacaciones.
El entorno perfecto
El amor de verano es, en cierta medida, un grito de una población que estaba despertando tras muchos años de dictadura y que, ya en los ochenta y noventa, fue madurando como una situación cada vez más visible. Dos personas de diferentes lugares de España se conocían en un entorno perfecto para las vacaciones, con el sol y la playa predominando, y disfrutaban de encuentros románticos y mágicos, en los que la pasión se desataba. Este concepto de amor veraniego ha roto, en cierta medida, algunos tabús sobre las relaciones temporales o la “primera vez” fuera del matrimonio. A día de hoy, este tipo de relación es una buen momento para vivir experiencias nuevas, como los juguetes anales, preparados para ambos sexos.
El calor es un factor determinante para que surja la atracción. Es una época de pocas prendas, ganas de bañarse y disfrutar. El ocio nocturno aumenta en verano y la gente tiene más ganas de disfrutar. Sol, agua, alcohol y fiesta. En este escenario, el humor es mucho mejor; lo que facilita las posibilidades de que las personas se conozcan y entablen una relación. El hecho, además, de estar lejos del entorno habitual, ligado al lugar de trabajo, supone una “liberación” para muchas personas, que se sientan ahora más cómodas para encender la llama del amor.