El nombre y apellido es nuestra primera identificación recién llegados al mundo, pero no conformes con ello, de manera habitual nos empeñamos en usar un distintivo en forma de apodo o sobrenombre que sustituya a los primeros, bien con un fin cariñoso o porque hace justicia a alguno de nuestros más sobresalientes defectos o cualidades.
Si esto es algo ya muy común en nuestro día a día, dichos apelativos tienden a perpetuarse cuando identifican a los personajes más populares en el deporte. Tanto es así que a través de las distintas modalidades deportivas podríamos hacer una interminable relación de sobrenombres que no distinguen colores ni nacionalidades y de la que no se salvan ni las estrellas de los deportes mentales. Prueba de ello son y han sido El Mozart del Ajedrez (Magnus Carlsen) o El Ogro de Baku y El gélido Tolia (Garry Kasparov y Anatoly Karpov), por no hablar ya del clásico en el que se han convertido los apodos en el mundo del naipe. Nombres que se convierten en una seña de identificación de los mismos.
Fútbol
Posiblemente los apodos que de forma más frecuente llegan a nuestros oídos son los futbolísticos. Desde El Pelusa o Barrilete cósmico (Diego Armando Maradona) hasta El Bicho (Cristiano Ronaldo), pasando por La Pulga (Leo Messi), Robinho (Robson de Souza), La Saeta rubia (Alfredo Di Stéfano), el Dr. Terror (Pablo Alfaro), El Fenómeno (Ronaldo Nazário), O Rei (Pelé), La Bestia (Julio Baptista), Il Capitano (Francesco Totti) e incontables más. En alguna ocasión el apodo de un jugador ha llegado a denominar a todo un grupo de jugadores como fue el caso de El Buitre (Emilio Butragueño) y La Quinta del Buitre (Butragueño, Michel, Sanchís, Martín Vázquez y Pardeza).
Basket
El deporte de la canasta también destaca por poner todo tipo de apodos a sus estrellas y en especial la NBA. Sin lugar a dudas aquellos interminables segundos suspendido en el aire del mejor jugador de la historia convirtieron a Air Jordan en una marca legendaria (incluso inspiró un modelo de zapatillas), aunque solo es el primero de los muchos alias famosos en la competición norteamericana. Magic Johnson (Earvin Johnson), La Mamba negra (Kobe Brian), El Elegido (LeBron James), Big Spain (Marc Gasol), Flash (Dwyane Wade), El Gancho (Kareem Abdul Jabbar), La Barba (James Harden), Superman (Dwight Howard) son tan solo algunos ejemplos.
Ciclismo
En un deporte con una épica como el ciclismo no podían faltar los apodos que inmortalicen la grandeza de sus protagonistas. Solo los cuatro ‘grandes’ del Tour de Francia (con 5 victorias absolutas) ya monopolizan un buen número de motes. Así, Jacques Anquetil fue conocido por Maître Jacques, L’Enfant Roi o Monsieur Crono. Su sucesor Eddy Merchx, famoso por su ambición para ganar todo lo que hubiera en juego en cada carrera era denominado El Caníbal, El Monstruo belga o El Ogro de Tervueren. El gran Bernard Hinault, apodado en Francia como El Tejón, fue posteriormente más conocido como El Caimán, porque según se cuenta, así le bautizó el ciclista español Marino Lejarreta al sufrir en sus propias carnes uno de los habituales ataques del francés, en referencia a la canción Se va el caimán, se va el caimán… Mención aparte es el caso de Miguel Indurain, uno de los mejores deportistas españoles de todos los tiempos y bien conocido como El Extraterrestre por aquellas irrepetibles etapas contrarreloj en las que destrozaba el crono y a todos sus rivales. A Miguelón no le faltaron apodos como Michelone, Indurator o El Gigante de Villaba. Al margen de los 4 magníficos, el pelotón siempre ha estado inundado de apodos como Balaverde (Alejandro Valverde), El Pistolero (Alberto Contador), El Profesor (Laurent Fignon), Purito (Joaquim Rodríguez), Naironman (Nairo Quintana), El Diablo (Claudio Chiappucci), El Pirata (Marco Pantani), El Águila de Toledo (Federico Martín Bahamontes), Perico (Pedro Delgado), Il Bello (Mario Cipollini), Cacaíto (Nelson Rodríguez), El Dromedario (Tony Rominger), El Jardinerito de Fusagasugá (Lucho Herrera) y un sinfín más.
Automovilismo
Con la espectacularidad de los deportes de motor, la pericia que requieren sus pilotos no podía dejarles sin un alias apropiado. De este modo la F1 nos deja apodos tan conocidos como los de El Káiser (Michael Schumacher), Iceman (Kimi Räikkönen), Magic (Ayrton Senna), El Profesor (Alain Prost), El Martillo (Lewis Hamilton), Magic o El Nano (Fernando Alonso), El Tejón de Miel (Daniel Ricciardo) o Britney (Nico Rosberg). Mientras tanto en el rally tenemos Monsieur Dakar en la figura de Stéphane Peterhansel, El Matador (Carlos Sainz), El Finlandés Volador (Ari Vatanen) o Colin McRae, también conocido como Colin McCrash por sus accidentes. A los que podemos sumar del mundo de las motos a Il Doctore (Valentino Rossi), Mad Max (Max Biaggi) o El Trueno de Cervera (Marc Márquez).