Ciertos alimentos para humanos podrían resultar más fáciles de digerir para tu perro que los secos gránulos de croquetas, según afirma un nuevo estudio. Si esa dieta ancestral más natural hace que tu perro sea más saludable es otro tema, pero al menos podría hacer que tu amigo peludo defeque mucho menos, incluso hasta dos tercios menos.
El concepto de que los alimentos humanos son malos para los perros es relativamente nuevo e históricamente se deriva de una tendencia de marketing, no de la ciencia.
Con sus sobras, los humanos alimentaron a sus mascotas caninas durante miles de años. Y así han evolucionado.
La comida comercial para perros, por otra parte, existe solo hace un siglo y medio, y al parecer surgió como una solución para hacer rentable el desperdicio de alimentos.
Actualmente, tras décadas de marketing bastante infundido, la mayoría de los dueños de mascotas están convencidos de que las sobras de la mesa son peligrosas para sus perros, mientras que tienen la certeza que las croquetas contienen todos los nutrientes que ellos necesitan.
No obstante, en los últimos años, a medida que sale a la luz la historia de ‘Big Kibble‘ y se han retirado del mercado algunos alimentos para mascotas por razones de seguridad, las alternativas caseras están tomando fuerza y muchos dueños de mascotas han optado por cambiar a comida saludable: opciones comerciales frescas, orgánicas, sin granos y muy poco procesadas.
Ciertamente, todo esto parece más saludable. Pero, ¿significa que es la mejor opción? La verdad es que aún no lo sabemos.
Comida para humanos vs. croquetas para perros
Muchos alimentos comerciales para mascotas no han sido probados ni comparados con rigor, pese a que técnicamente cumplen con los estándares de “nutrición completa y equilibrada”.
Aunque tampoco está claro cómo determinar lo que realmente contenía la dieta ancestral de los perros y qué impacto tendría la comida moderna en su salud general.
Así entonces, algunos de los primeros estudios sobre comida para perros de grado humano ahora están encontrando múltiples beneficios dejando a un lado las croquetas. Una mezcla de carnes y verduras (que nosotros mismos disfrutaríamos) parece hacer que los perros defequen mucho menos que con la comida seca granulada.
En su investigación, los autores suministraron a una docena de beagles una dieta estándar de croquetas durante cuatro semanas. Los canes tuvieron que ingerir significativamente más alimento para mantener su peso corporal, defecando hasta 3 veces más que cuando se les suministró comida de grado humano.
Esto supone que los nutrientes de los alimentos humanos son más fáciles de digerir para los perros. De hecho, esta dieta al parecer modifica las bacterias intestinales de los perros de una manera que las croquetas no pueden, según señala la científica nutricional Kelly Swanson de la Universidad de Illinois:
Como hemos demostrado en estudios previos, las comunidades microbianas fecales de perros sanos alimentados con dietas frescas eran diferentes a los alimentados con croquetas.
Estos perfiles microbianos únicos probablemente se debieron a diferencias en el procesamiento de la dieta, la fuente de ingredientes y la concentración y el tipo de fibras, proteínas y grasas dietéticas que se sabe que influyen en lo que digiere el perro y lo que llega al colon para la fermentación.
Los resultados se alinean en gran medida con investigaciones anteriores, que encontraron que las dietas de carne fresca o cruda también pueden alterar el microbioma de un perro. Sin embargo, se necesita más investigación para determinar cómo esto finalmente afecta la salud de un perro.
Otras consideraciones
Por otra parte, además de la salud de nuestras mascotas, también existe un impacto ambiental a considerar. Si cada perro se alimentara de carne, pescado y verduras de calidad humana, las consecuencias para las emisiones de carbono y el cambio climático serían de mayor impacto.
Algunos científicos abogan por que cambiemos las croquetas y los alimentos de calidad humana por dietas basadas en insectos, que pueden producir 25 veces menos emisiones de efecto invernadero por kilogramo de cultivo que la carne de res, mientras que se utiliza 47 veces menos tierra y unas 20 veces menos agua.
Finalmente, Swanson dice que siempre que se demuestre que una dieta es segura y satisface las necesidades nutricionales de los perros, ella la considera una opción aceptable. Si decides por pagar más por ingredientes premium, eso depende de ti .
Para mí, lo más importante es probar estos nuevos formatos y productos de dieta antes de que estén disponibles comercialmente.
Hasta que consigamos obtener mayor información y resolver ciertas dudas, parece un planteamiento mesurado.