¿Conoces la enfermedad de la hemofilia? Esta enfermedad puede significar un peligro grave para la persona que lo tenga, pero aún así no existe mucha información al respecto y se desconocen ciertos aspectos de la misma que es importante tenerlas en cuenta para su correcta detección.
Según estudios realizados, aproximadamente unas 3 mil personas son las que padecen de hemofilia en España y cerca del 30 % de los casos pertenecen a menores de 18 años.
¿Qué es la hemofilia?
En este artículo vamos a explicar qué es la hemofilia, cómo se transmite y también te enseñaremos cuándo y cómo se manifiesta.
Si quieres conocer toda la información sobre la hemofilia, debes saber que es una enfermedad que tiene que ver con un déficit, que puede ser parcial o total, en la coagulación de la sangre.
Existen dos tipos diferentes de hemofilia: en la hemofilia tipo A, el déficit se produce en el factor VIII, mientras que en la hemofilia B, este inconveniente se produce en el factor IX.
Esto quiere decir que el organismo se encuentra incapaz de, por ejemplo, detener las hemorragias por la falta de coagulación de la sangre.
Es un problema que se manifiesta en mayor medida cuando no se puede detener la cantidad de sangre, justo después de sufrir algún tipo de accidente o agresión externa.
El mayor inconveniente de este problema, de la no coagulación sanguínea, es que se pueden producir fuertes hemorragias por cualquier incidente que se pueda tener, y esto puede llegar a generar una importante afección en la persona que lo padece, y en algunos casos extremos, la hemofilia puede llevar a un paciente a la muerte.
La falta de factor VIII o IX en el organismo de las personas, es el inconveniente que produce los problemas de hemofilia. Una persona normal puede llegar a tener entre un 80 y un 100 por cien de estos factores para llevar una vida sana, mientras que las personas que padecen de hemofilia, en sus casos leves, poseen entre un 5% y un 30%. En casos más severos puede tener entre un 2% y un 30%, y en los casos más extremos, se puede llegar a tener menos de 1% de estos factores.
Hemofilia hereditaria y no hereditaria
La hemofilia puede ser, tanto hereditaria como no hereditaria. La hemofilia hereditaria, según los profesionales de la medicina, tiene que ver directamente con el cromosoma X.
Las mujeres pueden ser portadoras de la enfermedad sin estar afectadas, y esto tiene que ver con que su composición de cromosomas XX puede presentar uno de éstos afectado y el otro sano.
El hombre, que posee una composición de un solo cromosoma X (XY), en el caso de padecer hemofilia siempre estará afectado.
Pero la herencia no es solamente la causa de padecer hemofilia, ya que existen muchos casos en la actualidad de hemofilia, tanto de tipo A como de tipo B, que surgen sin que ningún familiar haya tenido antecedentes de esta enfermedad.
Esto tiene que ver con que los genes pueden llegar a mutar cuando el embrión está en proceso de formación. Se conoce que algunos casos de hemofilia adquirida se producen porque el organismo elabora un anticuerpo que anula los dos factores necesarios para no padecer hemofilia, y esto lo que provoca, es una simulación de la enfermedad.
Si la hemofilia se presenta de forma moderada, la manifestación de la misma puede suceder debido a situaciones imprevistas, como puede ser una fuerte hemorragia imparable en las primeras caídas de dientes, o al tener los niños algún tipo de accidente que genere una herida que no para de sangrar.
Si se trata de una hemofilia severa, se puede manifestar mediante hemorragias internas en el momento del parto. Esto se puede prevenir conociendo anteriormente la condición de portadora de la madre, para no sufrir inconvenientes en el momento del nacimiento.
Como hemos mencionado anteriormente, la hemofilia es la falta de los factores XIII y IV en la sangre, y es por eso que el tratamiento para una mejor calidad de vida para las personas hemofílicas, es proporcionar al organismo concentrados con estos factores por vía intravenosa.
La dosis de estos concentrados dependerá del tipo de hemofilia que el paciente presente, ya que existen diferentes tipos de riesgo de sangrado en los diferentes casos.
Según el tipo de sangrado que el paciente presente, existen varios tipos de administración de estos factores, por lo que encontrar el tratamiento indicado será uno de los aspectos que ayudará a mejorar la calidad de vida de estas personas.