La impresionante historia del Coronel Sanders, el humilde niño que se convirtió en el rey del pollo frito

Harland Sanders vendía seguros, llantas y gasolina antes de tropezar con el negocio del pollo frito y convertirlo en KFC.

Cuando ves la imagen de un elegante caballero con una barbilla blanca como la sal, vestido de traje blanco y con una ligera corbata de lazo, seguramente te vendrá a la mente el crujiente pollo de KFC. Se trata de Harland David Sanders, más conocido como Coronel Sanders o Coronel Kentucky, y su receta ha estado por todo el mundo durante décadas.





Sin embargo, antes de convertirse en el distinguido coronel, Harland Sanders recorrió el territorio estadounidense como bombero en los ferrocarriles, vendedor de seguros, granjero y cocinero en una estación de servicio.

Esta es la historia de cómo un humilde trabajador se convirtió en coronel y cómo un grasiento sartén se convirtió en Kentucky Fried Chicken.

La receta del Coronel Sanders

Sanders nació el 9 de septiembre de 1890 en Henryville, Indiana, de un matrimonio dedicado al trabajo agrícola. Con la muerte de su padre, su madre tuvo que comenzar a trabajar en una fábrica de conservas, por lo que Sanders desde los siete años se encargó del cuidado de sus dos hermanos menores, aprendiendo varias habilidades domésticas como cocinar y preparar comida antes de los ocho.

Sanders no guardó rencor alguno por la temprana responsabilidad que debió asumir y más bien agradeció a su madre por infundirle el compromiso e impulso que años después le serviría de mucho:

Sabíamos lo suficiente como para no quemar la casa. No sé por qué los niños son tan diferentes hoy. Ya estábamos firmemente disciplinados. Mamá no perdía la vara si la desobedecíamos. Y normalmente no lo hacíamos, porque sabíamos que ella lo sabía mejor. Lo que sea que mamá dijera iba.

Su madre finalmente volvió a contraer matrimonio, pero debido a la mala relación que llevaba con su padrastro, Sanders finalmente se fue de casa cuando tenía alrededor de 12 años. Y mientras cursaba 7º grado, un día decidió no asistir más a la escuela:

Cuando comencé la clase ese otoño, tenían álgebra en nuestra aritmética… Bueno, no podía concebir nada de eso. Lo único que obtuve fue que x era igual a la cantidad desconocida. Y pensé, Oh, Señor, si tenemos que luchar con esto, simplemente me iré, no me importa la cantidad desconocida. Así que mis días de escuela terminaron allí mismo, cerca de Greenwood, Indiana, y el álgebra fue lo que me alejó.

Desde ese momento, la vida del joven Sanders comienza a dar algunos giros. Se dedicó un tiempo al trabajo agrícola en algunos lugares de Indiana y luego obtuvo un trabajo como bombero del ferrocarril en Alabama. Para ese entonces, solía ganarse poco menos de 15 dólares al mes con comida y alojamiento.

Harland David Sanders
Un joven Harland Sanders.

Sanders tuvo todo tipo de empleos. Trabajó como marino mercante en ferris de vapor, vendió seguros, neumáticos y lámparas; y fue contratado como secretario de la Cámara de Comercio de Indiana. A los 15 años, Sanders alteró su certificado de nacimiento para servir al ejército de los Estados Unidos, pero no como coronel, ya que ese título no tiene relación alguna con lo militar, sino con una historia de fondo totalmente distinta.

A los 19 años contrajo matrimonio con Josephine King y juntos tuvieron tres hijos.

Transcurrieron entonces casi tres décadas hasta que, finalmente, Sanders se encontró frente a frente con su destino en Kentucky.

El incidente de Kentucky

En 1929, Harland Sanders se hizo propietario de una pequeña gasolinera en Corbin, Kentucky, justo al lado de la autopista. Allí comenzó a vender a los viajeros comidas sencillas, como las que a menudo preparaba para sus hermanos pequeños en Indiana: jamón campestre, filetes, bizcochos esponjosos y pollo frito.

El negocio de Sanders resultó muy rentable. De hecho, solo le bastó con hacer publicidad en la carretera para atraer a muchos viajeros que anhelaban una comida casera. Día a día el restaurante fue creciendo a medida que aumentaban los clientes, especialmente por su imbatible pollo frito.

La receta del coronel Sanders
Harland Sanders sosteniendo un tazón de su masa de pollo frito, 1974.

Ganó tanta popularidad como cocinero que el gobernador de Kentucky, Ruby Laffoon, le concedió en 1935 la distinción honorífica de «Coronel de Kentucky» por el servicio a su comunidad y su espíritu empresarial.

Pero el éxito de Sanders provocó el malestar de uno de sus competidores: Matt Stewart, propietario de la gasolinera aledaña Standard Oil. Un día cualquiera, Sanders sorprendió a Stewart en la carretera pintando sobre su valla publicitaria. La idea de Stewart era desviar el tráfico para arruinar el negocio del coronel. Se produjo entonces un incidente en el que se lanzaron amenazas de muerte.

Poco después Stewart continuó con su plan. Nuevamente el coronel Sanders lo atrapó con las manos en la masa y se desató un tiroteo.

Uno de los trabajadores de la gasolinera de Sanders, Robert Gibson, recibió un balazo y murió . Este asesinato le valió a Stewart una condena de 18 años de prisión. En cuanto a Harland Sanders, todos los cargos fueron retirados y recuperó su libertad.

Con su competidor fuera de juego, Sanders aprovechó para impulsar su negocio y ponerlo de nuevo en el camino del éxito.

Pronto decidió cerrar la estación de servicio definitivamente para construir un restaurante completo para 142 comensales. En ese lugar conoció a Claudia Price, una joven camarera que se convertiría en su segunda esposa. Se casaron en 1949 tras un amorío de dos años que provocó el divorcio de su primera esposa, Josephine.

Harland Sanders y su esposa
El coronel Harland Sanders le da a Claudia una muestra de la cocina en 1974.

El Coronel Kentucky pudo haber sentido que ya lo había logrado todo, pero la adversidad estaba a punto de aparecer.

Harland Sanders construye el imperio KFC

En 1950, una gran cantidad de cambios se comenzaron a ver en Estados Unidos. El fin de la Segunda Guerra Mundial generó un auge en la construcción de nuevas carreteras.

Una de esas autopistas desvió el tráfico que pasaba por el negocio de Sanders, lo que produjo el fracaso total del lugar.

Sanders no lo pensó mucho y vendió rápidamente el local. En ese momento, sentía que la receta del pollo frito sazonado con 11 hierbas y especias era suficiente para conquistar el mercado.

Presentó su fórmula a otros restaurantes y consiguió involucrarse en pequeños acuerdos comerciales.

En 1952, se abrió en Utah la primera franquicia original de Kentucky Fried Chicken, con la cual se fundó oficialmente KFC. Comenzó a ganar cuatro centavos de dólar por cada pollo preparado y vendido con su receta. Envalentonado por esto, Sanders, con 66 años, decidió promocionar su negocio en la carretera: si no podía hacer que los clientes llegaran a su negocio, entonces él y su esposa llevarían el negocio a los clientes. Como lo recordó el mismo Coronel Sanders:

Mi esposa y yo dormimos en el automóvil muchas noches mientras esperábamos que abriera un restaurante para poder presentar nuestro argumento de venta

primer sitio de KFC
El primer sitio de KFC en Salt Lake City, Utah. Foto tomada el 12 de agosto de 2002.

El método de cocción a presión era perfecto para la operación móvil, ya que el proceso no solo cocinaba los alimentos más rápido sino que los conservaba frescos.

No fue corto ni fácil el camino de las franquicias, pero sí fructífero. Las mismas carreteras que lo llevaron a la crisis le terminaron generando una fortuna al Coronel Sanders. Él y Claudia se pasearon por cuanto restaurante encontraban en el camino ofreciendo su pollo. Si los propietarios quedaban impresionados, cerraban un trato para vender el pollo KFC y repartir las ganancias.

Harland Sanders también buscó vender su propia imagen en esa época. Quiso proyectarse como el típico caballero hacendado sureño: vistió trajes blancos de algodón adornados con corbatas de lazo negras. Además se tiñó el pelo y la barbilla de blanco.

Sanders y su esposa se dedicaron a multiplicar sus franquicias, llevando ellos mismos el control del negocio y empaquetando sus propios aderezos de hierbas y especias. De hecho, el Coronel Sanders nunca reveló su receta secreta para que nadie pudiera tener la mezcla exacta, mucho menos sus competidores.

En muchos sentidos, Claudia fue en realidad ese ingrediente secreto del éxito del Coronel Kentucky. Como ella misma dijo :

Mientras él estaba vendiendo, yo estaba en casa haciendo el trabajo.

Además de alentarlo a crear la primera franquicia, ella se encargó de empaquetar gran parte de los aderezos que se enviaban a los restaurantes. Utilizó un vestido de Antebellum para estar acorde con los atuendos de el coronel y viajó con él por todo el mundo para inspeccionar su extensa red de franquicias. Incluso en 1968 abrió su propio restaurante familiar al que llamó Claudia Sanders’ Dinner House.

Entre tanto, Harland Sanders estaba llegando a sus años dorados, pero insistía en que:

El trabajo no hace daño a nadie, el trabajo es maravilloso para ti.

Este pensamiento mereció la pena. Para finales de 1963, el Coronel contaba con más de 600 establecimientos que vendían su pollo en Estados Unidos y Canadá, además de otras 400 franquicias en el resto del mundo.

La calidad primero que el dinero

Para Sanders, la expansión de su negocio no solo implicó ganar dinero. Su nombre y su legado fueron mezclados en la misma receta de su pollo y trabajó arduamente para mantener un alto nivel de calidad. De hecho, rechazó varias franquicias cuando consideraba que no estaban a la altura.

Harland Sanders construye el imperio KFC
El coronel Harland Sanders, fundador de la cadena de restaurantes Kentucky Fried Chicken, en 1974.

Una vez con su esposa recorrieron más de 3000 kilómetros hasta Illinois para analizar un posible establecimiento. Sanders reflexionó:

Llegamos allí justo después de que oscureciera, y tan pronto como miré el maldito lugar temía que el viaje fuera en vano. Salí del coche y fui a ver cómo era la parte de atrás. Tenían una puerta de cristal en la cocina y podía ver, y supe inmediatamente que no quería poner el pollo ahí. Así que volví al auto y regresamos a casa. El dueño no sabe todavía hoy que he visto ese lugar.

Por otra parte, un ejecutivo de KFC recordó:

Si fueras un franquiciado que produjera una salsa perfecta pero ganaras muy poco dinero para la empresa… y yo fuera un franquiciado que ganara mucho dinero para la empresa pero sirviera una salsa simplemente aceptable, el Coronel pensaría que tu eres genial y yo sería un pobre hombre. Con el Coronel, no es el dinero lo que cuenta, es el talento artístico.

Sanders visitaba las numerosas franquicias y probaba su producción. Cuando encontraba deficiencias, se molestaba tanto que terminaba insultando al propietario. Una vez simplemente dijo que la salsa muy espesa que servía una franquicia «no era apta para mis perros».

En 1964, Harland Sanders vendió Kentucky Fried Chicken. En este punto, su negocio se había vuelto demasiado grande para manejarlo. Recibió una suma de 3 millones de dólares, más un salario vitalicio de 40.000 dólares al año para hacer apariciones públicas como embajador de la marca.​ Ese pago alcanzó a incrementarse hasta unos 200.000 dólares anuales.

El nuevo propietario de KFC, el joven empresario estadounidense John Y. Brown Jr. , vio un gran potencial en la comerciabilidad del propio Coronel. El aura folclórica del coronel Harland Sanders y su ropa icónica se habían vuelto más grandes que el mismo pollo crujiente y perfectamente condimentado.

Seguramente la vejez había hecho a Sanders más luchador y más propenso al perfeccionismo. Cuando el conglomerado de alimentos Heublein compró a KFC en 1971, no pasó mucho tiempo antes de que el Coronel comenzara a manifestar públicamente su inconformidad por la mediocridad dentro de las franquicias. Por manchar su reputación y no cumplir con sus estándares de calidad, demandó a la compañía y ganó un millón en el proceso.

La historia vigente del coronel Sanders

El coronel Sanders falleció el 16 de diciembre de 1980 a los 90 años en Louisville, Kentucky. Después de unirse a Ronald MacDonald y Wendy entre el panteón de iconos de la comida rápida, su legado y estrategia de marketing continúan vivos.

En cuanto a las misteriosas 11 hierbas y especias, nadie está exactamente seguro de qué son, y durante un tiempo, Sanders incluso afirmó que las franquicias habían dejado de usar su receta original. Sin embargo, KFC hace de este secreto un gran espectáculo y admite que:

En la década de 1940, el Coronel Sanders desarrolló la receta original de pollo para venderla en el restaurante de su gasolinera. En ese momento, la receta estaba escrita encima de la puerta para que cualquiera pudiera leerla. Pero hoy, hacemos todo lo posible para proteger una mezcla tan sagrada de hierbas y especias. De hecho, la receta se encuentra entre los secretos comerciales más valiosos de Estados Unidos… Muchas personas a lo largo de los años han afirmado haber descubierto o descifrado la receta secreta, pero nadie nunca ha tenido razón.

Pero un sobrino de Sanders, Joe Ledington, quien solía ayudar a empaquetar los aderezos enviados a las franquicias, afirma que la mezcla de especias es una combinación muy particular de pimentón, sal de ajo y el oro blanco de la pimienta blanca.

El ingrediente principal es la pimienta blanca, a eso lo llamo el ingrediente secreto. Nadie (en la década de 1950) sabía qué era la pimienta blanca. Nadie sabía cómo usarla.

Desde el hijo de un humilde granjero hasta convertirse en el rey del pollo frito, los altibajos en la vida de Harland Sanders reflejan parte del paisaje estadounidense de la posguerra. Repleta de aventuras, romances, fracasos y grandes éxitos, se puede decir que su vida fue más un menú de cinco platos que una comida rápida para llevar.

Y ciertamente la historia del Coronel Sanders está compuesta por muchos ingredientes.

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