Uno de los objetivos de los nuevos urbanismos y construcciones en las ciudades es utilizar las cubiertas verdes para transformar de forma natural el entorno urbano. Esto se logra mediante elementos que favorecen la integración de ambos componentes.
Es decir, se trata de complementar edificios o construcciones con cubiertas verdes extensivas que son las perfectas para ayudar a naturalizar los espacios vacíos o infrautilizados que rodean cada rincón de las ciudades.
¿Qué son las cubiertas verdes?
Las cubiertas verdes extensivas son un componente 100% natural y útil que salvaguarda las estructuras que cubren y, en consecuencia, el entramado subyacente. Hoy en día, hay miles de metros cuadrados de superficies de tejados en todas las ciudades que están desaprovechados.
En consecuencia, con la ayuda de los tejados verdes, se pueden construir jardines en azoteas, áticos y terrazas. Esto permite adaptar plantas determinadas a cualquier tipo de techo sea este plano o inclinado.
Este trabajo lo hace una empresa de jardineria para que quede perfecto y el agua de riego no penetre en la construcción y la dañe.
El tipo de jardín dependerá del estado estructural del edificio, los deseos del cliente y el tipo de cubierta. Sin embargo, toda edificación puede usar cubiertas ajardinadas si se hacen determinados trabajos para impermeabilizar el techo previamente y colocar un sistema de drenaje de las aguas y bloqueos para que las raíces solo se queden en el sustrato.
¿Para qué sirven las cubiertas verdes extensivas?
Básicamente, las cubiertas ajardinadas o los techos ecológicos tienen dos propósitos importantes. Por un lado, dotar de una capa vegetal a los edificios citadinos, casi siempre con una calidad del aire muy contaminada, y ofrecer las ventajas de las plantas en la purificación de los ambientes.
Todos saben que las plantas absorben CO₂ y liberan oxígeno y así se contribuye a minimizar la contaminación ambiental. Se llaman cubiertas verdes extensivas porque se colocan tendidas sobre todo tipo de techos.
La otra función de los tejados ecológicos es contribuir con el aislamiento térmico y acústico de los edificios porque crea una barrera natural que protege la temperatura interna de las construcciones y sirve de barrera contra el bullicio de las ciudades.
Hay que llamar a los expertos, pues estos sabrán qué peso soporta cada tejado y el trabajo previo que debe hacerse en estas superficies antes de sembrar las plantas.
Tipos de cubiertas verdes y sus usos
Existen cuatro tipos de techos ecológicos y se usan de acuerdo a los tejados y las condiciones estructurales de los edificios, al clima y las plantas que puedan sembrarse y a las necesidades particulares de cada usuario.
1. Cubiertas ajardinadas extensivas
Una cubierta ajardinada extensiva se caracteriza por no tener un grosor mayor a los 12 centímetros. En ella se siembran especies de plantas como las suculentas que requieren poco riego.
Por su peso ligero y mínimo espesor se recomienda para climas calientes y edificios que no soporten una carga muy pesada en el techo. Son las cubiertas verdes extensivas más comunes y se adaptan a casi cualquier tipo de tejado.
2. Cubierta ajardinada semiextensivas
Es un poco más gruesa que la anterior, pero no sobrepasa los 30 centímetros. En este espacio se usan plantas tipo arbustos. Se utiliza en tejados o techos que pueden soportar un mayor peso y confiere más personalidad porque la variedad de especies vegetales es mayor.
3. Cubierta ajardinada intensiva
Son techos ecológicos en los cuales la tierra o sustrato es superior (a veces mucho) a un grosor de 30 centímetros. En este tipo de cubiertas se pueden sembrar árboles frondosos y palmeras y se diseñan sobre techos muy fuertes que soportan toneladas de peso.
Por supuesto, admite gran variedad de diseños paisajísticos de todo tipo. Es como crear un pequeño bosque o jardín en el tejado.
4. Cubierta ajardinada inclinada
Las cubiertas verdes inclinadas son las que tienen una pendiente superior a 10 o 15 grados. Como su propio nombre las designan se usan en tejados inclinados o de doble agua y se diseñan de tal manera que permiten que, al caer la lluvia, el agua en exceso se dirija a los sumideros.
