Un buey en Alabama (EE.UU.) se convirtió en 2019 en un récord mundial gracias a sus gigantescos cuernos de más de 3 metros. Los cuernos de Poncho, como es llamado este buey longhorn, miden exactamente 323.74 centímetros, según indican desde Guinness World Records.
Las prolongadas proyecciones puntiagudas lo han hecho ganador al título de los cuernos más largos extendidos en un buey. Abarcan el doble de ancho de un piano de cola, y son más anchos que la cabeza de la Estatua de la Libertad, la cual mide 3 metros de oreja a oreja de acuerdo con datos del Liberty State Park.
El récord anterior, lo tenía un buey de Bay City, en Texas. Su impresionante extensión alcanzaba 320,99 centímetros.
La raza de los cuernos largos
La longitud de los cuernos es precisamente la característica principal de la raza Texas longhorn, que se considera se desarrolló producto de un cruzamiento entre la raza retinta o la blanca cacereña, procedente de España, y razas traídas por los colonizadores en la década de 1820.
Poncho fue criado en el rancho de la familia Pope en Goodwater, al sureste de Birmingham, Alabama. Lo adquirieron cuando tenía seis meses de edad y lo llamaron ‘Poncho Via’, en honor a un antiguo personaje de la TV de los años sesenta. Cuando Poncho tenía 4 años, los Pope se percataron que podían lograr un récord al ver que sus cuernos se diferenciaban bastante de los de otros novillos.
Mientras que los cuernos de casi todos los novillos se curvaban, los de Poncho crecían derecho.
Pero los enormes cuernos de Poncho también han traído problemas. Jones Pope, el propietario del buey, recuerda una vez que estaba pescando y Poncho apareció detrás de él para sacar con la lengua una botella de agua de su bolsillo. Entonces Jones comenzó a rascar al animal.
De repente, Poncho giró la cabeza y yo salí volando por el aire hacia el estanque. Simplemente me lanzó al agua por completo.
Si bien sus cuernos pueden parecer intimidantes, los Pope insisten en que su buey es muy manso:
Es solo una mascota grande. A lo largo de estos años han venido tantas personas para verlo y darle golosinas, que se ha convertido en una mascota maravillosa.
