Cúrcuma, el Oro del Oriente

Qué es la cúrcuma

La cúrcuma es una planta herbácea llamada Cúrcuma Longa de la familia del jengibre Zingiberaceae, de cuyos rizomas se obtiene la especia del mismo nombre usada en cocina. Para obtener la especia se deja secar el rizoma y se realiza un molido hasta obtener un polvo amarillo de sabor acre, dulce y amargo.





Hay indicios que ya apuntan su uso medicinal hace miles de años. Existe una larga tradición del uso medicinal de esta planta en el sur de Asia. Se cree que se comenzó a emplear hace más de 4000 años, y distintos hallazgos arqueológicos lo sitúan ya en plantaciones domesticadas junto al ajo o el jengibre.

Qué encontramos en la cúrcuma

Se trata de una especia para dar color, aroma y sabor que se consume en muy poca cantidad, por lo que su valor nutricional es relativamente escaso. Aun así en su composición podemos encontrar proteínas, fibra, vitamina B3 o niacina, vitamina C, vitamina E, sodio, potasio, calcio, cobre, hierro, magnesio, zinc…

Qué encontramos en la cúrcuma

Desde el punto de vista nutricional hay un elemento que sobresale en la cúrcuma entre los más de 100 compuestos identificados en su composición, y son los curcuminoides, entre ellos la curcumina (un polifenol que es su compuesto activo más importante), la 5′-metoxicurcumina y la dihidrocurcumina. considerados antioxidantes naturales. A ellos se asocian distintos beneficios para la salud.

Beneficios de la cúrcuma

Se le atribuyen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que podrían servir en el tratamiento de todo tipo de enfermedades y dolencias: artrosis, dolores articulares, dislipemia, problemas respiratorios como asmas, alergias o bronquitis o incluso alzhéimer o cáncer por su capacidad para proteger frente a los efectos nocivos de los radicales libres…

También se le atribuyen beneficios en el proceso digestivo al regular la flora intestinal, poseer propiedades carminativas y estimular las secreciones de jugos gástrico y pancreático. Esto sería adecuado para combatir úlceras gástricas o cólicos. También se le atribuyen beneficios relacionados con el hígado, como son el tratamiento de posibles episodios de hígado graso, hepatitis, cirrosis o problemas de vesícula biliar.

Beneficios de la cúrcuma

También presenta muy pequeñas cantidades de hidratos de carbono o grasas por lo que es un buen aliado ante la reducción del colesterol LDL y de triglicéridos, además de ser buen complemento en dietas de pérdida de peso o en la dieta de diabéticos por su capacidad para regular el nivel de azúcar en sangre gracias al contenido en cromo de la cúrcuma.

Cuánta cúrcuma tomar

Para obtener los beneficios de la cúrcuma deberías tomar unos 30 gramos al día. Es importante destacar que la curcumina de la cúrcuma no es muy biodisponible, lo que quiere decir que solo absorbemos alrededor del 25% de lo que comemos, por lo que es posible que tengas que ingerir más de 100 g para conseguir una dosis razonable, lo cual es muy complicado. Debido a esto es de gran importancia el consumo de cúrcuma a través de suplementación.

A qué sabe y cómo se cocina con cúrcuma

La cúrcuma es una especia oriental de sabor suave e intenso sabor amarillo que se ha puesto muy de moda, gracias a sus propiedades beneficiosas. Ingrediente imprescindible de comidas orientales, como el curry, puede acompañar a todo tipo de platos, tanto dulces como salados, además de bebidas e infusiones.

Originaria de Asia, la cúrcuma es conocida como el “azafrán de Oriente”, aunque no tiene nada que ver con el azafrán que conocemos y que procede de los pistilos de la flor del mismo nombre. La cúrcuma, por el contrario, procede del rizoma de una planta de la misma familia que el jengibre, es decir, de su tallo subterráneo. Este rizoma, cuyo interior es de un color naranja intenso, se seca y se convierte en polvo, dando lugar a la especia que se utiliza, sobre todo, en platos de la comida india.

Cuánta cúrcuma tomar

La cúrcuma se ha utilizado, durante siglos, en la medicina tradicional china, tailandesa, japonesa e indonesia por sus múltiples virtudes derivadas, sobre todo, de los curcuminoides, unos pigmentos naturales con propiedades antioxidantes, de los que el más conocido es la curcumina. Gracias a estos mismos compuestos se le atribuyen también propiedades antiinflamatorias.

Aunque su forma más habitual es en polvo, en algunos sitios se puede encontrar el rizoma fresco, en cuyo caso puede usarse igual que el jengibre, es decir, pelándolo y rallándolo sobre los platos que queramos aderezar.

El discreto sabor de la cúrcuma hace de ella un ingrediente muy polivalente, que se puede integrar en un gran número de platos, incluidos los postres. Lo ideal es añadir la cantidad equivalente a una cucharadita de café y se puede combinar con otras especias, como por ejemplo, la pimienta. La asociación con este condimento es más importante de lo que parece, ya que uno de los inconvenientes de la cúrcuma es que se necesitan consumir grandes cantidades para que desarrolle los beneficios que hemos mencionado en el organismo, pero, al combinarla con pimienta negra, la absorción de la curcumina en el cuerpo aumenta de manera espectacular.

Es ideal para preparar salsas y mayonesas, a las que dota de un color muy característico. Lo ideal es solubilizarla en aceite de oliva previamente, para incorporarla a las salsas. Funciona muy bien, además, en platos de arroz, patatas, sopas o verduras, pero también con pescados y carnes, sobre todo pollo y cordero, así como con huevos, ya que les aporta frescor.

Como infusión, se puede utilizar para asegurar una correcta digestión, ya que protege el hígado y las paredes del estómago, favoreciendo la producción de bilis. Y hablando de bebidas, con pasta de cúrcuma y leche vegetal se elabora la llamada “leche dorada”, que ayuda a fortalecer el sistema inmunitario.

Conclusión

Si bien es muy importante mantener tu salud en perfecto estado durante todo el año, durante la época de invierno es especialmente crucial el mantener tu sistema inmunitario en su mejor forma debido al mayor riesgo de gripe y resfriados. Para ello has de tomar los pasos necesarios para evitar que tu salud deteriore. Aumenta el consumo de Vitamina C, mantén una dieta saludable y equilibrada incluyendo frutas y verduras así como alimentos de alto valor nutricional. Y finalmente, debido a los numerosos beneficios que ya hemos comentado, suplementa tu dieta con cúrcuma para fortalecer tu sistema inmunitario y mantenerte lo más saludable posible.

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