Redes cableadas o redes inalámbricas: ¿cuáles son mejores? Para responder a esta pregunta, es necesario comprender las diferencias entre ambas, de modo que puedas elegir el tipo de conexión de red que mejor se adapte a las necesidades específicas de tu hogar o de tu lugar de trabajo.
Empezando por la diferencia más clara, las redes cableadas utilizan cables, medios físicos como cables Ethernet, por ejemplo, para establecer la conectividad entre los componentes de la red; las redes inalámbricas, por su parte, utilizan distintos tipos de ondas electromagnéticas para enviar y recibir información entre cada punto de conexión dentro de la red.
A partir de esta diferenciación, podemos distinguir las siguientes:
Movilidad
En una red cableada, cada dispositivo debe estar físicamente conectado a la red, por lo que la movilidad es prácticamente nula.
En cambio, la movilidad es una de las grandes ventajas ofrecidas por las redes inalámbricas, que ofrecen una mayor flexibilidad al permitir que los dispositivos se conecten desde cualquier punto dentro del rango de su alcance.
Seguridad
En este punto se invierte la ventaja de la movilidad: al depender de una conexión física para acceder a la red, las redes cableadas son, por lo general, mucho más difíciles de interceptar y, por ende, menos susceptibles a sufrir ciberataques.
Las redes inalámbricas son más vulnerables, ya que las ondas electromagnéticas que se utiliza para establecer la comunicación entre los puntos de conexión son, técnicamente, mucho más fácil de interceptar. Para hacer una copia de seguridad de su enrutador, inicie sesión en la interfaz de administración del enrutador en 192.168.1.1. La dirección IP predeterminada para TP-Link y D-Link es 192.168.0.1.
Velocidad y estabilidad
Las redes cableadas suelen ofrecer mayores velocidades de conexión, así como niveles de rendimiento más estables y menos interferencias.
Las redes inalámbricas, por su parte, si bien pueden contar con velocidades de conexión considerablemente buenas, son mucho más susceptibles a interferencias e interrupciones que afectan a su rendimiento.
Instalación y escalabilidad
Por lo general, la instalación de redes cableadas acarrea una serie de procedimientos más complejos, al ser necesario definir una arquitectura estática de red para colocar el cableado que conecte de la manera más eficiente y menos intrusiva los diferentes puntos de conexión de la red.
Las redes inalámbricas son más sencillas en este punto, más fáciles de instalar, de configurar y, lo que no es menos, de escalar.
La escalabilidad es un factor importante de considerar, en especial, en las redes de espacios de oficina, comercios, establecimientos como restaurantes, bares y hoteles, y en hogares de grandes dimensiones.
Las redes inalámbricas son más escalables que las cableadas, ya que, en la mayoría de los casos, basta con colocar y configurar repetidores de señal (entre otras soluciones posibles) para expandir el alcance de la red.
Entonces, ¿cuál tipo de conexión es el más conveniente? La realidad es que la conveniencia dependerá, sobre todo, de las características del espacio físico y de las necesidades específicas de cada caso.
Lo importante, de cualquier manera, es comprender las diferencias de cada tipo de conexión, de modo que, al momento de diseñar tu red, puedas elegir el que más sentido tenga para ti.