La obra más famosa del noruego Edvard Munch, El Grito (1893), ha venido ganando popularidad con el paso de los años por representar supuestamente a una persona gritando de manera desesperada. De acuerdo al Museo Británico, no hay tal grito, y tienen cómo comprobarlo, informó en 2019 The Telegraph.
La institución dice poseer un impreso en blanco y negro de la pintura que sería la evidencia del error en que hemos estado por varias décadas. Así lo indicó Giulia Bartrum, comisario de la próxima exposición artística en homenaje a Munch:
Esta versión rara de El Grito que estamos exhibiendo en el Museo Británico deja en claro que la obra de arte más famosa de Munch representa a una persona que escucha un ‘grito’ y no, como muchas personas continúan asumiendo y debatiendo, una persona grita.
Esta interpretación se basa en que la litografía monocromática, a diferencia de las pinturas con color, lleva un escrito del artista noruego que dice:
Sentí un gran grito en toda la naturaleza.
El texto de Edvard Munch se refiere a lo que lo inspiró para crear la obra. En 1892, estando en Oslo, el pintor iba caminando por un fiordo cuando el cielo comenzó a ponerse de una tonalidad rojiza, una percepción que tuvo un enorme impacto sobre él. Al respecto, Bartrum dijo:
Munch incluyó deliberadamente el título de esta versión para describir cómo se inspiró en la ansiedad que repentinamente sintió. Estaba tratando de captar una emoción o momento en el tiempo. A través de la inscripción sabemos cómo se sintió. La gente piensa que esta es una persona que grita pero eso no es lo que está pasando.
Es un hombre que escucha, ya sea en su cabeza o no. Siente la sensación de que la naturaleza está gritando a su alrededor. No tengo ninguna duda de que esta figura icónica está reaccionando a las fuerzas externas de la naturaleza en esa ladera. Lo que aún se puede debatir es si, para Munch, esas fuerzas eran reales o psicológicas.
Si esta deducción es correcta, la representación conocida de El Grito, una de las obras de arte más famosas del mundo, tendría entonces una nueva connotación luego de muchos años de debate.