Quienes tienen una mascota, y hasta los que no, están familiarizados con la frase “años de perro”. Y es que en la creencia popular se ha arraigado la idea de que un año de vida canino es el equivalente a siete humanos, en lo relativo al envejecimiento.
Aunque muchas veces caemos en estas comparaciones sobre la edad de nuestros peludos, la realidad es completamente diferente. Un vídeo compartido por el canal Science Insider en YouTube desmiente la teoría de los siete años perrunos a través de un sencillo cálculo.
Si esta suposición fuera cierta, y teniendo en cuenta que en los perros la madurez sexual inicia al año de vida, entonces los seres humanos seríamos capaces de reproducirnos desde temprana edad, alrededor de los siete años. Y, por otro lado, tendríamos una media de vida de 150 años aproximadamente.
¿Cómo envejecen los perros realmente?
El envejecimiento en canes y humanos es distinto. Durante su primer año de vida los perros maduran más rápido que las personas, pero, a partir de allí, hay que considerar elementos como la raza y, sobre todo el tamaño del animal, para determinar cómo ocurre su desarrollo.
Un perro pequeño madura rápido al principio de su vida, pero después el proceso de vuelve lento, es por eso que tienden a vivir más años que los grandes. Una tabla de Priceonomics explica el mito de los años perro-humanos.
Entonces, según esta tabla, un perro pequeño de ocho años tendría el equivalente a 48 años humanos. Pero uno grande ya contaría con 64. Se trata de una medición que, de ninguna forma, puede ser considerada como un indicativo para determinar la salud de un animal. Algunos perros incluso desafían las probabilidades y viven mucho más años por encima de lo que determinan las estadísticas para su raza o tamaño.
Aunque esta idea ha sido refutada en diversas ocasiones, ¿por qué todavía seguimos creyendo que un año humano equivale a siete de perro? Si bien sigue siendo un misterio una inscripción encontrada en la Abadía de Westminster, que data de 1268, puede dar una pista.
En ella se establecía una equivalencia de 1 a 7, que probablemente podría significar que la esperanza de vida de un humano era de 70 y la de un perro 10 años. También se cree que los “años de perro” pueden haber surgido como parte de una campaña de marketing o alguna clase de “slogan”, pero aún no se ha demostrado.