Cómo los españoles se habrían vuelto las personas más sanas del mundo

Aunque los españoles fueron conocidos durante muchos años por no llevar las dietas más saludables, los cambios en los patrones de consumo han revertido por completo la situación.

A inicios de este año, el medio de negocios Bloomberg, lanzó su Healthiest Country Index (índice del país más saludable) en el que España se quedó con el primer lugar, superando a Italia, Japón, Islandia y Suiza. De acuerdo a la lista anterior, nuestro país había quedado en el sexto lugar, lo que hizo de esta “coronación” un hecho histórico.





Sin embargo, ¿a qué se atribuye este logro, simplemente a más personas interesándose en los descuentos en aceite de oliva y carnes blancas publicadas en el folleto de Carrefour más reciente? Está claro que no.

Si bien es cierto que la popularización de la cultura sana, por ejemplo, la del ejercicio, ha formado parte de la concientización de las personas en cuanto a la importancia de un buen estado físico, la realidad es que sería el cambio en los patrones alimenticios el factor más importante.

¿Cómo fue el cambio de patrones?

Esta situación se dio por el periodo de crisis económica de inicios de la década, que llevó a que los españoles dejarán de consumir alimentos procesados y carnes rojas, cuyo valor en el mercado mundial se encontraba en alza. El gasto alimentario mutó, para centrarse más en mariscos, ensaladas preparadas, frutas, hortalizas, entre otros.

De esta manera, un catálogo de Lidl (o de tiendas similares) ofreciendo descuentos sustanciales en estos productos saludables ya no era algo meramente informativo, sino un elemento importante al momento de ayudarle a los españoles a saber qué comprar y consumir.

Esto deriva en lo que muchos conocen como la dieta mediterránea, que no es más que la disminución en el consumo de carnes, productos procesados y carbohidratos, para sustituirlos en su mayoría por los alimentos listados anteriormente. El impacto ha sido tal, que esta dieta es incluso considerada un patrimonio inmaterial según la Unesco.

Internet y el acceso a los alimentos

Sin embargo, esta dieta no sería posible de no haberse visto un incremento no solo en la información disponible que existe sobre sus beneficios, sino también en cuanto al acceso que tienen los españoles a los productos que la componen. Esto, en buena parte, sería gracias al Internet y a las herramientas que este provee.

No solo se trata de la compra por Internet, sino por el posicionamiento de plataformas que incluso ayudan al consumidor a conocer los precios de descuento y la ubicación de los mejores alimentos sin salir de casa. Así, cualquier español puede ver un folleto de Carrefour o leer un catálogo de Lidl, con tan solo un par de clics.

Para muchos puede parecer irrelevante, sin embargo, posicionarse como el país más sano del mundo gracias a un par de cambios sencillos en la forma de vivir, puede hacer que los españoles se conviertan en toda una inspiración para aquellas naciones que buscan imponer estilos de vida más sanos.

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